Por Víctor Americano
El pasado 1º de marzo, arrancaron las campañas federales y ya van 20 días de las mismas, sin embargo, la que más llama la atención por lo que va en juego, es la contienda por la presidencia de México, de la cual, saldrá la primer mujer mandataria de este país entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, con un Álvarez Maynez muy por debajo de cualquier posibilidad real, de eso no queda ninguna duda.
Así es, dos visiones de gobierno, dos propuestas antagónicas y dos proyectos de nación que llevarán a los mexicanos a votar el próximo 2 de junio, por quien tenga mejores argumentos, y presente sus propuestas de una manera más inteligente y adecuada en esta actualidad, donde la plaza pública ya no solo está en las ciudades o poblaciones, como esas giras de antaño, sino, hoy la plazas públicas, las grandes vitrinas, se basan en las formas de comunicar vía digital y en medios de comunicación, sin desdeñar el andar a pie-tierra, recorriendo el país por supuesto.
Alguna vez, el político socialista francés Guy Mollet acuñó la frase “la coalición es el arte de llevar el zapato derecho en el pie izquierdo sin que salgan callos”.
Esa frase hoy queda perfecta, ya que Claudia Sheinbaum, abandera la alianza de Morena, PVEM y PT, así es, hizo coalición con el partido verde, que en su momento ayudó a Vicente Fox (acérrimo adversario de la #4T), y que también apoyó en su momento a Enrique Peña Nieto (que forma parte de la mafia política de acuerdo a AMLO). Un PVEM que es un partido franquicia y se vende al mejor postor, incluyendo en Michoacán por supuesto.
Mientras tanto, Xóchitl Gálvez enarbola lo que nunca se pensó fuera a ocurrir, juntar el agua y el aceite, PAN-PRD, con un PRI, que no representa actualmente casi nada de lo que históricamente significó cuando en todo su esplendor, gobernó más de 70 años al país. Incluso el PRD pudiera perder su registro a nivel nacional, quizá salvando lo que queda de los amarillos, el estado que lo vio nacer, que es Michoacán.
Así andan en campaña las candidatas, con partidos rémoras y que se manejan a conveniencia; por lo anterior y otras circustancias, deberían subirle de una buena vez el nivel a sus discursos, a sus propuestas, ya que hasta el momento vemos en su mayor parte, descalificaciones y ataques entre ambas. “¿Quieren que se restaure la democracia o que siga el autoritarismo?”, se envalentona Xóchitl Gálvez en sus discursos. “¿Quieren que siga la corrupción o que llegue la transformación?”, revira Claudia Sheinbaum en sus mítines.
“Soy cabrona, soy entrona y soy echada pa´delante”, dijo Xóchitl cuando le preguntaron sobre la encuesta de Grupo Reforma, que la pone 30 puntos debajo de la morenista. “No regresaran los lujos ni los privilegios”, señala por su parte en repetidas ocasiones Claudia Sheinbaum, envolviéndose en la bandera anti-corrupción que tan buenos resultados le dio a su mentor.
Mientras todo esto sucede, en las redes sociales, hay una carnicería entre simpatizantes, colaboradores y voceros de ambas candidatas, con descalificaciones, denostaciones y demás formas de tratar de minimizar el proyecto contrario.
Con todo lo que en 20 días ha visto y escuchado… ¿A usted ya le dieron ganas de salir a votar?
