Todos los esfuerzos son necesarios para combatir abusos sexuales contra menores: Lucila Martínez

406

En México todos los esfuerzos son necesarios para combatir los abusos sexuales contra menores de edad, porque nunca estará de más aquello que vele por un sano desarrollo de nuestras niñas y niños, subrayó la diputada Lucila Martínez Manríquez, presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva y Género de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.

La legisladora recordó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), posiciona a México en el primer lugar mundial en abuso sexual contra niñas y niños.

“Además el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), reporta que por lo menos 80 mil niños son víctimas de pornografía y prostitución en México, lo que evidencia una situación de franca alarma en la que todos debemos asumir la responsabilidad que nos toca para su combate”. 

Lucila Martínez subrayó que las niñas y los niños, por su condición y por la relación de poder desigual que existe con los agresores, no tienen la capacidad de consentir, negarse o detener la violencia sexual, además que generalmente no pueden revelarlo por las amenazas de daño de los agresores o por el temor a las reacciones y rechazo de sus padres u otros familiares o personas conocidas.

También citó los datos del INEGI como ejemplo de la gravedad del problema en México, ya que revelan una tasa de violación de niñas y niños de mil 764 casos por cada 100 mil.

“En Michoacán aún y cuando en el ámbito legislativo se ha venido avanzando en generar marcos normativos que garanticen la protección de los menores, es necesario continuar en el estudio y adecuación de todo aquello que fortalezca e impulse la generación de políticas públicas que combatan este flagelo”, sostuvo.

Lucila Martínez Manríquez apuntó que el problema se hace más complejo si se toma en cuenta que un menor víctima de violación, generalmente tarda en promedio dos décadas en poder hablar sobre lo que le ocurrió, lo que frente a la prescripción del delito genera una situación de impunidad de los agresores en la generalidad de los casos.