23 de septiembre de 2020. Morelia, Michoacán.- Viviendo día a día la experiencia de ver a su hermana mayor -Laura Yunuén- con discapacidad auditiva y presenciar su lucha constante en diferentes entornos, como en la escuela, donde los profesores no le tenían paciencia o carecían de la preparación necesaria para brindarle la educación adecuada que requería, Dulce Guadalupe García Bedolla, estudiante de noveno semestre de Ingeniería en Mecatrónica decidió iniciar un proyecto que ayude tanto a su hermana como a la población que presenta problemas auditivos, por ello, junto con José David Rodríguez Muñoz, ambos del Tecnológico Nacional de México campus Morelia y Nuevo Laredo, respectivamente, trabajan para mejorar el procesamiento de señales en un aparato auditivo tipo BTE personalizado.
A través del Verano de Investigación Delfín 2020 y con la asesoría de la Doctora Adriana del Carmen Téllez Anguiano, Dulce se unió al programa, que en esta ocasión se realizó con asesoría a distancia, y se interesó en colaborar en el proyecto dirigido por la investigadora del Instituto Tecnológico de Morelia, con la visión de brindar un servicio, principalmente a su hermana con discapacidad y a su vez, al resto de las personas con problemas auditivos de escasos recursos.
Posteriormente y de forma fortuita, David, de noveno semestre de Ingeniería en Electrónica del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, decidió unirse al proyecto con la intención de aprender más sobre procesamiento de señales, pero su satisfacción y compromiso fue mayor al saber que el proyecto está sustentado con una responsabilidad social importante para su compañera de equipo de trabajo y para las personas con discapacidad auditiva que difícilmente pueden adquirir un aparato auditivo especializado, que en el mercado se ofrecen entre los 10 mil y 20 mil pesos.
Aunque el Programa Interinstitucional para el Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico concluyó el 31 de julio, el programa Delfín permitió a Dulce avanzar en el trabajo de investigación que inició desde sus primeros semestres en la institución de poder elaborar un dispositivo personalizado de bajo costo que cumpla con los requerimientos de una persona en específico y que sea directamente elaborado por los estudiantes.
Dentro del trabajo realizado se modifican las bandas de frecuencia para analizar si mejora la escucha de la persona, así como la amplificación de bandas y la eliminación del ruido blanco, que representan las bases del procesamiento de un aparato BTE. Para lograrlo los jóvenes utilizaron la herramienta de MatLab para procesar sonidos en tiempo real, desarrollaron diferentes códigos y comprobaron su efectividad directamente con la hermana de la estudiante.
“Los aparatos económicos comerciales son solamente amplificadores y lo que hacen realmente es amplificar todas las bandas, pero las personas que tienen discapacidad auditiva tienen ciertas bandas con una deficiencia que deben ser tratadas de diferente manera, además esta función solo se logra con aparatos más costosos, pero una persona con escasos recursos difícilmente pueden adquirirlos”, expresó Dulce.
Por su parte, David trabajó con algoritmos de programación para los dispositivos, en la adquisición de audio en tiempo real y en la división de bandas, así como el desplazamiento de frecuencias de una banda a otra.
“Cuando hablamos producimos un rango de frecuencias entre 20 hertz y 20 kilohertz y lo que hacemos con los algoritmos es separar ese espectro, relacionado con la voz, en 8 bandas; por ello el proyecto consiste en amplificar una o varias de las bandas a diferente nivel, dependiendo el estudio de audiometría de la hermana de Dulce y no al mismo nivel como lo hacen los dispositivos comerciales económicos”, destacó el estudiante desde el norte del país.
Por su parte, la investigadora precisó que de acuerdo al compromiso de los estudiantes se tienen amplias posibilidades de finalizar con la elaboración de un dispositivo personalizado, mismo que buscarán tenga la mayor cantidad de prestaciones que ofrecen un aparato costoso, personalizable, que les permita cancelar señales de ruido para facilitar la escucha de la persona, dependiendo el entorno donde se ocupe.
Finalmente la investigadora espera que en un año se tenga el primer prototipo funcional; en las residencias profesionales los estudiantes iniciarán con la implementación en un dispositivo físico ya que actualmente trabajan exclusivamente en una computadora y la intención es hacer la implementación y posteriormente elaborar un prototipo.