“Violencia de género, efecto del confinamiento”, por Yurisha Andrade Morales

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Violencia de género, efecto del confinamiento

Yurisha Andrade Morales*

La población mundial actual es de 7 mil 751 millones de personas, el 50.5% son hombres y el 49.5% mujeres. En México hay 135 millones 690 mil 612 habitantes (49.3% es población masculina y 50.7% femenina). En Michoacán radican 4 millones 825 mil 401 personas (48.2% hombres y 51.8% mujeres).
Cualquier persona, sin importar sus condiciones físicas, sociales o sexuales, puede sufrir o cometer actos que configuren violencia de género. Sin embargo, conforme cifras de diversas instituciones se sabe que las mujeres niñas, jóvenes y adultas son las principales víctimas de violencia.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer trimestre del año se registran 964 mujeres asesinadas en México; mientras que durante el mes de marzo 5 mil 351 sufrieron lesiones dolosas y ocurrieron 332 feminicidios y homicidios dolosos, siendo en los Estados de Guanajuato (40), México (38) y Michoacán (30) donde se presenta el mayor número casos.
Tras las medidas de confinamiento, que iniciaron a mediados de ese mes, por la pandemia del COVID-19 las mujeres son las más afectadas en sus derechos humanos, se encuentran más expuestas a diversas manifestaciones de violencia en el seno familiar originada por el estrés, la ansiedad y la frustración, aunado a los espacios reducidos en los que se encuentran en la convivencia permanente con su agresor. En esta cuarentena se ha incrementado la violencia intrafamiliar, siendo la violencia psicológica la más recurrente, seguida de la física.
Marzo, mes en el que paradójicamente se celebra el día de la mujer, se recibieron 115 mil 614 llamadas en el 911 (de las 300 mil 013 reportadas en el primer trimestre del año) denunciando violencia familiar y de pareja, principalmente abuso físico, acoso sexual y violación. La violencia familiar es la más recurrente representando el 56%. Durante este aislamiento se han recibido 64 mil 854 llamadas por este tipo de violencia, considerando que son pocos los casos que se denuncian, solo el 11% de las víctimas lo hacen.
El Informe General de Avances de la Secretaría de Salud michoacana reportó alrededor de 7 mil 900 casos de violencia al interior del hogar.
Las cifras han evidenciado que la violencia contra las mujeres se presenta en todos los estratos sociales, principalmente en el entorno familiar y con personas cercanas a ellas, que tenga o haya tenido una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación, por lo que este periodo de emergencia sanitaria las coloca en un alto riesgo de sufrir violencia de género.
Por ello, el Gobierno del Estado de Michoacán emitió el Protocolo de Atención para Mujeres Víctimas de Violencia de Género durante el periodo de aislamiento por el COVID-19 para brindar acompañamiento integral a las víctimas, apoyarlas en la presentación de las denuncias respectivas y dar seguimiento jurídico y psicológico, así como proporcionar refugio a las mujeres e hijos en situaciones vulnerables, y en su caso, sacar al agresor del núcleo familiar para garantizar una cuarentena en paz.
Para mujeres que sufren violencia doméstica, las medidas para frenar la propagación del virus las han atrapado en sus hogares; ahí donde deberían estar más seguras las ha dejado en manos de sus abusadores. Es claro que para muchas mujeres y niñas significa perder la oportunidad de salir de los espacios donde las lastiman y peor aún, de poder acercarse a personas, instituciones y recursos que podrían ayudarlas. El confinamiento y el aislamiento social demuestran en el mundo su efectividad para atacar los efectos de la pandemia, pero potencian las expresiones de la violencia aun en hogares donde no existía.
¿Qué podemos hacer para prevenir y evitar la violencia durante el confinamiento? Considero que, como sociedad, ética y moralmente, estamos obligados a orientar a las personas en condición de vulnerabilidad, a denunciar casos de los que tengamos conocimiento y a sumarnos a las distintas acciones de apoyo que los grupos organizados de la sociedad han emprendido en favor de las personas que lo necesitan.
Si el aislamiento social genera incremento de violencia contra mujeres y niñas en sus hogares, el Estado también debe adoptar todas las acciones necesarias de prevención y corrección; garantizar el acceso a la justicia y a los mecanismos seguros de denuncia directa e inmediata, y reforzar la atención para las víctimas. En el marco de la solidaridad social demos seguimiento a lo que hacen las instituciones competentes para implementar soluciones eficaces, pero también ayudemos a generar conciencia sobre esta inadmisible situación.

Doctora Yurisha Andrade Morales
  • Magistrada del Tribunal Electoral
    del Estado de Michoacán