Cuando la transparencia y la rendición de cuentas son a modo de los intereses del gobernante en turno carecen de cualquier legitimidad, recalcó la diputada Araceli Saucedo Reyes, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Pátzcuaro lamentó que desde el Gobierno Federal se evidencie una doble moral en la política del combate a la corrupción, en donde se es implacable e incluso despiadado con el adversario, y generoso y omiso con los cercanos.
Refirió que la calidad moral de la que la administración federal se ha venido ufanando a lo largo de más de un año de gestión, hoy queda más que nunca en entredicho con la determinación de la Secretaría de la Función Pública de no ahondar en la revisión de los bienes de Manuel Bartlett, utilizando los mismos argumentos que se emplearon en el Gobierno de Enrique Peña Nieto para no investigar el caso de la llamada Casa Blanca.
La legisladora apuntó que la permisibilidad y tolerancia con los afines, es una lógica de continuidad a la forma de asumir el gobierno por parte de los presidentes emanados del PRI y del PAN en México.
“Nos queda claro que la ficción discursiva contra la corrupción, sólo es un guión de coyuntura, electoralmente rentable frente a la inconformidad ciudadana por los abusos de los gobernantes, peo que en los hechos es un cascarón hueco que sirve para cobijar y garantizar impunidad a los allegados del presidente”, sostuvo.
Araceli Saucedo Reyes lamentó que una vez más las instituciones del país, sean conducto para garantizar la impunidad de figuras que tienen una larga y cuestionada trayectoria política en México.