Los micromachismos en el proceso electoral
Yurisha Andrade Morales*
El término micromachismo fue introducido por el psiquiatra español Luis Bonino para referir un conjunto de comportamientos masculinos cotidianos de dominación en el ámbito de la pareja. Estos comportamientos se caracterizan por ser conductas violentas normalizadas, sutiles y en ocasiones disfrazadas de acciones que aparentan cuidado y protección, o bien, justificándolos como trato igualitario, cuando en realidad son agresiones encubiertas.
Estos comportamientos se realizan entre particulares y también se expresan en el ámbito público con efectos negativos en la participación política electoral de las mujeres, se les conoce comúnmente como violencia política de género.
En México se han generado condiciones jurídicas para facilitar la participación política de las mujeres. Ejemplo de ello es la reforma federal del 13 de abril de 2020 sobre violencia política de género, una de las más importantes en la materia por la repercusión que tuvo en otras ocho leyes. Además, de que propició la creación del Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, en donde se inscribirán los sancionados por violencia política de género, registro en el que los infractores, de acuerdo a la gravedad de la falta, podrán permanecer de 3 a 6 años, plazo en el que no podrán ser electos para cargos públicos. Esto deberá tener un impacto significativo en las próximas elecciones.
Los tribunales electorales son pieza clave para garantizar el principio de paridad y para resolver controversias de violencia política contra las mujeres; con la última reforma al Código Electoral del Estado de Michoacán, que establece que la vía para dirimir esas controversias será a través del Procedimiento Especial Sancionador.
Un ejemplo de este tipo de conductas fueron sancionadas por el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco que acreditó violencia política de género en contra de una regidora por parte del presidente municipal de Zapotlanejo, donde en sesión de Cabildo el denunciado y la quejosa sostuvieron diálogos respecto a una inquietud de la regidora en materia de seguridad, y en la que el presidente municipal, imprimió un tono de apremio en su respuesta sobre la denunciante, generando un entorno no propicio para el diálogo.
Inconforme con dicha sentencia, el presidente municipal impugnó ante la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sin embargo, la referida Sala Regional confirmó la resolución del Tribunal de Jalisco dentro del Procedimiento Especial Sancionador PSE-TEJ-001/2020, en la cual realiza un análisis de los micromachismos, señalando como ejemplo de ellos:
- Mansplaining u “hombre que explica”: cuando un hombre explica algo a una mujer, porque, con independencia de cuánto sepa él sobre el tema, siempre asume que sabe más que ella.
- Manterrupting u “hombre que interrumpe”: cuando un hombre interrumpe el discurso de una mujer de forma constante, innecesaria e irrespetuosa, y por lo general, cambia el sentido de la conversación.
- Bropiating o “apropiarse del colega”: apropiación del producto del esfuerzo mental de una mujer sin su consentimiento por parte de un hombre, robándose las ideas de la mujer y recibiendo crédito por ello.
- Gaslighting o “iluminación de gas”: abuso emocional para terminar provocando desconfianza, ansiedad y depresión, haciendo creer que la mujer exagera las cosas, está loca o imagina cosas, siendo ridiculizados sus comentarios o preguntas.
Este tipo de sentencias, en el contexto del proceso electoral, tienen efectos concretos y de mucha importancia que fomentan una democracia con perspectiva de género y crean confianza en la ciudadanía.
Uno de los retos que tendrán las autoridades electorales para este proceso electoral, es la incorporación de la noción de los micromachismos en las reglas del debate político, ya que será un factor decisivo para alcanzar una democracia con perspectiva de género y una cultura política de calidad. Implicará establecer claramente los parámetros para el intercambio de ideas desde la auténtica libertad de expresión, el modo y la forma en que son rebasados estos parámetros. Esto obligará a los candidatos a elevar el nivel del debate, tomando en cuenta la configuración argumentativa y los términos empleados, en un marco de responsabilidad y respeto a sus contrapartes mujeres.
Es importante que las mujeres contemos con el conocimiento y despertemos conciencia de que los micromachismos buscan reafirmar la superioridad de los hombres, pues son utilizados como forma de dominación casi imperceptible, de ahí la importancia de hacerlos evidentes y cambiar esos comportamientos y patrones que tanto daño hacen a la sociedad.
* Magistrada Presidenta del Tribunal
Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade