El director de Avatar resaltó cómo sus filmes reflejan el vínculo con la naturaleza que debemos tener para cuidar al planeta.

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Desde que en 2009 el exitoso cineasta, productor e incansable activista medioambiental James Cameron dirigió y estrenó Avatar, la película más taquillera de la historia del cine, con 2847 millones de dólares recaudados, su mensaje conservacionista se expandió a todo el mundo de forma clara y resonante.

Esa contundente mirada de la preservación del planeta y sus recursos naturales fue reivindicada el año pasado cuando se estrenó la secuela Avatar: el camino del agua, para concentrarse ahora en la protección de los océanos y las especies marinas que habitan en ellos.

Cameron sigue en su camino de activismo medioambiental con una visita a la Argentina que comenzó ayer en Jujuy y continuó hoy en Buenos Aires, donde participa del Foro de Desarrollo Sostenible “Sustentabilizando”, organizado por la Fundación Advanced Leadership y el grupo Media Hub. El foro brinda un espacio para que el afamado director de Titanic hable con el objetivo de sensibilizar a la sociedad acerca del impacto del cambio climático y las oportunidades de transformación que existen a través de la economía sustentable.

Apasionado por la sustentabilidad, el incansable activista medio ambiental, colaborador del programa de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático, inversor en empresas sostenibles y un referente internacional en materia de regeneración de los océanos, creó hace uno años la Avatar Alliance Foundation para trabajar en temas de cambio climático, política energética, deforestación, derechos de los indígenas, la conservación de los océanos y la ganadería.

“Como escritor y director de Avatar 13 años atrás, les debo confesar que todos estaban sorprendidos por las características propias del film en su relación profunda con la naturaleza y cómo podría llegar a ser tan popular alrededor del mundo. Y cuando sucedió el éxito que tuvo, eso me dio esperanza, a la vez que me abrió la experiencia de estar vinculado con culturas aborígenes alrededor del mundo”, precisó Cameron.

Y agregó: “La película básicamente nos habla de la relación que tenemos con la naturaleza y yo creo que cuando nos mudamos a las grandes ciudades, perdemos ese vínculo con la naturaleza, nuestra identidad y sensibilidad. Yo lo llamo ´trastorno de déficit de naturaleza´. Yo recuerdo que de chico pasaba mucho tiempo en la naturaleza, en el bosque, en los ríos, recolectando bichos y jugando. Tendemos a perder el tacto con naturaleza a medida que vivimos en las grandes ciudades, como lo es Buenos Aires y sus alrededores con 14 millones de habitantes”.

Cameron volvió a relacionar sus películas Avatar con la conciencia medioambiental que quiere marcar al afirmar que “el hecho de que las películas Avatar sean tan exitosas, con el puesto 1 y 3 de las más vistas por el público en el cine, nos habla del mensaje que tiene y quiere llevar sobre el cuidado de la naturaleza. Y eso lo observé en China, Europa, Latinoamérica, además de Estados Unidos. Por eso, es importante reconectarnos con la naturaleza y reconectarnos con la problemática del cambio climático que hoy tenemos”.

Cameron prometió volver a la Argentina pronto para seguir interiorizándose de los proyectos sustentables y también para admirar “las grandes bellezas naturales que el país tiene”.