La desnutrición infantil en México es un problema que no se arregla con dádivas mensuales, sino que precisa una política pública de fondo y decidida, subrayó la diputada Araceli Saucedo Reyes, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
La legisladora refirió que datos de la UNICEF revelan que en nuestro país uno de cada ocho niños menores de cinco años padece desnutrición crónica y su incidencia es mayor en las zonas rurales y en las comunidades indígenas.
“La desnutrición es responsable del 35 por ciento de las muertes de niños menores de cero a cinco años, y se registra desde la gestación y los primeros dos años de vida con efectos adversos sobre la salud y el desarrollo de capacidades de los menores”.
La diputada por el distrito de Pátzcuaro apuntó que apostar por la dádiva no es salida para la solución de fondo de este asunto, por lo que resulta de gravedad que el Estado Mexicano renuncie a su responsabilidad como generador de Políticas Públicas que solucionen de raíz los problemas.
“La desnutrición tiene que ver con una alimentación inadecuada en cantidad o calidad, la incidencia de enfermedades infecciosas y el cuidado inadecuado del niño, que depende para su adecuada alimentación y salud del cuidado de la madre”.
Araceli Saucedo Reyes refirió que la supresión en el Gobierno Federal de los recursos destinados a programas como los comedores comunitarios, es un ejemplo de falla en la toma de decisiones que han representado un duro golpe al derecho de alimentación de miles de mexicanos.
Recalcó que temas de tal envergadura no pueden estar sujetos a la ocurrencia, y que la ruta debe ser el fortalecimiento de los programas de salud y de desarrollo social que incluyen componentes de nutrición y que han probado eficacia, asegurando cobertura y focalización adecuadas.