Columna Órbita: Falta lo más difícil

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Morelia, Mich.- 28 de abril de 2020.- Si bien es cierto que nunca se está preparado para lo peor, en Michoacán, en los últimos 40 días se ha trabajado incansablemente para que lo más difícil no resulte devastador para la población, sobre todo para los sectores más vulnerables ante el COVID-19, para ello, se decretó el aislamiento obligatorio, una medida que busca salvar la vida del mayor número posible de personas.

Personas que, estadísticamente pueden ser un número tan impersonal que pasa desapercibido, al menos, claro, que sea nuestra abuela, padre, madre, hijo o hermano; y es que pareciera que, para atender las disposiciones sanitarias, las familias tienen que vivir la pérdida de un ser querido para que el escenario “sea real” y actuar en consecuencia.

Es nuevo virus, evidentemente ha mutado, en China su letalidad fue de menos de 3 por ciento, cuando en Michoacán se coloca superior al 12 por ciento, esto debido a las comorbilidades que presentan como obesidad, hipertensión y diabetes, cuyas complicaciones tienen desenlaces fatales.

Sin cura ni vacuna, el aislamiento y las medidas preventivas son la única manera de mantenerse a salvo, aprender a vivir de manera diferente, evitando a toda costa el tocarse la cara con las manos sucias, es la clave para que el virus no entre al sistema del cuerpo humano a través de las mucosas de ojos nariz y boca.

Y, mientras en Michoacán el uso del cubrebocas es obligatorio, apenas la noche de este lunes, Hugo López-Gatell afirmó, de manera muy irresponsable que, el uso de cubre bocas no estaba científicamente comprobado que tuviera utilidad, utilizando un estudio Cochran el cual no se basa en estudios científicos, sino en la recopilación de evidencia.

La confusión que esto genera entre la población, va más allá de poses, filias y fobias al presidente Andrés Manuel López Obrador, se trata de vulnerar y exponer a millones de mexicanos que son gobernados en un régimen donde las ocurrencias van de la mano con el desabasto de insumos para enfrentar la emergencia sanitaria que ya cobró la vida de mil 434 mexicanas y mexicanos, que, al parecer, quedará como una cifra oscura más de la administración morenista.

Literalmente, sin descanso, la administración estatal encabezada por Silvano Aureoles Conejo no ha dejado margen que desproteja a las familias michoacanas, principalmente al garantizar insumos, equipo y personal en el área de salud, además, con la implementación del programa alimentario y el blindaje económico, se busca que el COVID-19 afecte lo menos posible a la entidad.

La fase 3 de la emergencia sanitaria exige de la cooperación y responsabilidad de todos, respondiendo a las acciones gubernamentales que incluyen una campaña mediática y masiva permanente para que los habitantes tengan la información necesaria para la toma de decisiones que les permita mantenerse a salvo.

con información de red 113