Violencia contra las mujeres no puede ser la realidad del país: Nuria Hernández

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Pátzcuaro, Michoacán, a 8 de noviembre del 2020.- La violencia en contra de las mujeres no puede ser la normalidad del estado y el país, los hombres tienen que ayudarnos a deconstruir las acciones violentas y aprender a respetar a las mujeres, expuso la secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer) en Michoacán, Nuria Gabriela Hernández Abarca.

En el marco de la sesión presencial de la Escuela de Hombres para Prevenir y Atender la Violencia contra las Mujeres en el municipio de Pátzcuaro, la funcionaria estatal lamentó que actualmente el 80 por ciento de los homicidios de mujeres sean cometidos por hombres, de ahí la importancia de implementar este tipo de ejercicios.

“Esta sesión es la cuarta que hemos instalado en todo el estado, iniciamos en Uruapan, seguimos en Zitácuaro, Morelia y ahora aquí, las hacemos con la finalidad de que este ejercicio quede institucionalizado como parte de las políticas públicas del municipio, de tal forma que esta acción siga replicándose”, puntualizó Hernández Abarca.

En su oportunidad el presidente municipal, Víctor Báez Ceja, adelantó que en próximos días estará girando las instrucciones necesarias para que se logre institucionalizar la Escuela de Hombres en el municipio, “todas las acciones encaminadas a prevenir la violencia contra mujeres siempre las vamos acompañar, por eso queremos dejarlas instaladas de manera formal para que no se eliminen con la próxima administración”.

Jorge Jiménez, instructor de la Escuela de Hombres, resaltó que hoy la población masculina tiene un compromiso muy grande con las mujeres y, por ende, debe tomarse con gran responsabilidad, “desde cómo nos construimos como hombres y cómo le damos la vuelta a aquellas acciones de violencia que quizá cometimos en su contra”.

Por su parte, Alejandro Reyes Ramos, uno de los participantes de la Escuela de Hombres, consideró que la participación de todos en este ejercicio debe ser desde un punto de vista sincero, “empezarnos a cuestionarnos qué dentro de lo que he hecho ha sido violento o me ha violentado. El cambio se puede y se ocupa ayuda”, concluyó.