El espectáculo de la talentosa artista de origen ruso parecía desarrollarse sin contratiempos aparentes. Suspensa a una altura de aproximadamente 10 metros, Maria Smetanova deleitaba al público con su arriesgado número, mientras los espectadores observaban en silencio y con gran expectación. Sin embargo, un giro inesperado alteró el curso de los acontecimientos.
Smetanova se encontraba sentada con destreza en el trapecio, con la cabeza hacia abajo, ejecutando movimientos acrobáticos en lo alto. En un momento crucial de su actuación, al parecer, intentó realizar una maniobra que lamentablemente no pudo completar con éxito, lo que resultó en una caída libre hacia el suelo.
Los espectadores presentes en el recinto quedaron momentáneamente atónitos mientras la trapecista se precipitaba hacia el suelo, sin ninguna red de seguridad que pudiera amortiguar su impacto. Un grito de sorpresa y preocupación recorrió el lugar cuando Maria Smetanova colisionó contra el suelo, golpeando su cabeza y parte de su cuello.
En cuestión de segundos, un hombre que, se presume, desempeñaba un papel importante en la presentación del circo, se apresuró a socorrer a la joven artista. La trapecista yacía inmóvil e inconsciente en el suelo, mientras el público observaba con creciente preocupación.
El hombre que brindó asistencia a la accidentada artista inmediatamente solicitó la ayuda del personal de emergencia, consciente de la gravedad de la situación.