Anthony Hopkins, reconocido actor británico de renombre mundial, reveló recientemente una faceta poco conocida: la de compositor musical. Después de 50 años desde su creación, Hopkins finalmente tuvo la oportunidad de presenciar en vivo el estreno mundial de una de sus bellas piezas musicales.
En julio de 2011, el aclamado violinista y director de orquesta holandés André Rieu interpretó “And the waltz goes on” (Y el vals sigue), obra compuesta por Hopkins. Este emotivo momento marcó un hito en la carrera musical de Hopkins, quien viajó desde Los Ángeles específicamente para asistir a esta gala.
El estreno de “And the waltz goes on” fue un acontecimiento especial, ya que permitió que el público descubriera el talento compositivo de Hopkins, complementando su destacada trayectoria como actor. La pieza musical cautivó a la audiencia con su belleza y elegancia, destacando la sensibilidad artística de Hopkins en el ámbito de la música.
Este logro musical de Hopkins se suma a su amplio legado cinematográfico, consolidándolo como un artista multifacético y creativo en diversas disciplinas. Su incursión en la composición musical demuestra una vez más su capacidad para explorar y expresarse en diferentes formas de arte.
La experiencia de presenciar en vivo el estreno de su propia composición fue sin duda un momento emotivo y significativo para Anthony Hopkins, quien pudo presenciar el impacto de su música en el escenario. Este evento único destacó la importancia de perseguir las pasiones creativas y buscar nuevas formas de expresión en cualquier etapa de la vida.
