El Día Internacional del Tatuaje se celebra el 17 de julio, como decíamos, a causa del National Tattoo Day de Estados Unidos. Esta celebración tenía (y sigue teniendo) como objetivo poner en relieve la importancia de la expresión corporal y la concepción artística de esta práctica.
Se estima que los primeros tatuajes surgieron en el año 2.160 a.C., con hallazgos importantes en momias de la cultura egipcia. Se utilizaban agujas de oro para la aplicación de pigmentos de henna. Los tatuajes simbolizaban la prevención de peligros y enfermedades, con un significado mágico y de estatus o posición social.
En cambio, en Asia los tatuajes surgieron en el año 1.000 a. C., a través de las rutas comerciales de China, Japón y la India. En Japón, las mafias japonesas utilizaban los tatuajes para expresar lealtad y valentía.
En Norteamérica y América Central los tatuajes se asociaban con elementos mágicos y religiosos, para contrarrestar a la muerte y rendir tributo a dioses.
Ya para el siglo XX se comenzó a aplicar la técnica de micropigmentación, comenzando a utilizar los tatuajes como práctica médica y estética a partir de 1970, con tintas antialérgicas para la pigmentación de labios, cejas y párpados.