#Video | Día Internacional de la Vaquita Marina.

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El 18 de julio se celebra el Día Internacional de la Vaquita Marina, proclamado por el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) en su campaña Feroz por la Vida, en el que trata de concienciar sobre la vida silvestre en el planeta.

Muchas organizaciones ambientales celebran el Día de la Vaquita Marina el 5 de septiembre, con lo cual ambas fechas son válidas para concienciar al mundo sobre esta especie, ya que todos los esfuerzos son pocos.



La vaquita marina es un pequeño mamífero acuático que prácticamente puede dejar de existir de un momento a otro. Simplemente se deben evaluar las estadísticas.

Para el año 1997 en el mundo había 570 especímenes de vaquitas marinas, para el 2015 solo quedaban 60 y en 2016 solo se contabilizaban 30. Actualmente se cree que el número de vaquitas es de apenas 10 ejemplares.

La extinción acelerada de estos animales se debe a dos factores, el primero son las malas políticas en cuanto a la pesca en México y la segunda, la cantidad de personas que buscan al buche de totoaba.

Es un pez de 2 metros de longitud que puede llegar a pesar 100 kilos, pero en china se le atribuye propiedades curativas casi milagrosas.

La creencia está tan arraigada, que a este pez se le conoce como la cocaína del mar y cada pescador puede venderlo en 5000 dólares, eso sin contar que el consumidor puede llegar a pagar hasta 100 mil dólares en el mercado asiático.

La pesca del totoaba se realiza con enormes bancos de redes y esta es la razón principal de los decesos de las vaquitas marinas, quienes quedan atrapadas y terminan pereciendo al no poder salir a la superficie a respirar.

En primer lugar, los seres humanos debemos respetar la vida de todas las especies con las cuales compartimos el planeta, no importa si son animales o plantas o incluso microorganismos, dado que cada criatura sobre la faz de la tierra contribuye de algún modo a mantener el equilibrio natural de las cosas.

En el caso de la vaquita marina, este es el mamífero más grande en la zona del Golfo de California, por lo tanto se trata de un depredador clave que mantiene a raya la población de otras especies y por ende, frena el surgimiento de plagas.

Su muerte puede acarrear grandes pérdidas económicas para las corporaciones pesqueras, pero también puede desatar grandes estragos en el mundo marino, sobre todo en la costa mexicana.