Una esperanza más contra el cambio climático, por el Doctor, Salvador García Espinosa

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EL DERECHO A LA CIUDAD

UNA ESPERANZA MÁS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

Salvador García Espinosa

La preocupación por el deterioro que el desarrollo de la humanidad ha generado sobre el Planeta, han sido muchos y muy variados, tal vez, el mayor de ellos sea el denominado “cambio climático”. Hoy en día, con el inicio del periodo presidencial de Joe Biden, los esfuerzos desarrollados hasta el momento, parecen entrar en una nueva etapa de esperanza.

Para contextualizar y dimensionar la relevancia de los acuerdos recién decretados por el Presidente de Estados Unidos, hay que recordar la preocupación por el deterioro ambiental, puede decirse que comenzó en 1972, con la publicación del informe denominado “Los límites al crecimiento” cuya conclusión principal señalaba que “si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento de la Tierra durante los próximos cien años”.

Bajo este marco, en 1987, la ONU elaboró un informe denominado “Nuestro Futuro Común” más conoció como el “Informe Brundtland, porque la presidenta de la comisión que lo elaboró, fue la doctora Harlem Brundtland, entonces primera ministra de Noruega. En este documento, se contrasta el desarrollo económico seguido en la actualidad, con relación a su impacto en la sostenibilidad ambiental y se utiliza por primera vez, el término desarrollo sostenible (o desarrollo sustentable), definido como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones.

En septiembre del año 2000, con la finalidad de establecer metas concretas ante el cambio climático, se definieron ocho objetivos a alcanzar para el año 2015 y que se conocen como “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)”, a través de los cuales, los Estados Miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a luchar contra la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación medioambiental y la discriminación de la mujer.

En el año de 2015, los líderes mundiales acordaron ampliar el alcance de los objetivos y se definieron 17 objetivosglobales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de la humanidad, Los “Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)” son la directriz de la actual agenda mundial para el desarrollo sostenible, pues se establecen metas específicas para cada objetivo a alcanzarse en el 2030.

En este mismo año de 2015, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se reúne en París para alcanzar un acuerdo histórico para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. El denominado “Acuerdo de París” como se le conoce, por primera vez, hace que todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, se traza un nuevo rumbo en el esfuerzo climático mundial.

El Acuerdo específica una serie de objetivos y metas, de entre las cuales destaca: el Artículo 2, referente al Objetivo a largo plazo referente a la temperatura que, busca reafirma el objetivo de limitar el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2 ºC, al tiempo que prosiguen los esfuerzos para limitarlo a 1.5º. El Artículo 4, corresponde al Punto máximo y neutralidad climática, que propone alcanzar cuanto antes el punto máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, y a reconocer que ese punto máximo llevará más tiempo a las Partes que son países en desarrollo, con el fin de lograr un equilibrio entre las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción por los sumideros de GEI en la segunda mitad del siglo.

Los Estados Unidos (responsables del 15% de las emisiones globales de efecto invernadero) contemplados originalmente en el Acuerdo, durante la administración de Bill Clinton, el 4 de noviembre de 2019, notificó su decisión de retirarse del Acuerdo. Por esta razón, el hecho de que, en su séptimo día como presidente, el pasado 27 de enero, Joe Biden firmara tres órdenes ejecutivas, directamente vinculadas con el cambio climático, representan una esperanza.

Una de los decretos presidenciales firmados, señala la reincorporación de Estado Unidos al Acuerdo de País e incluso, debido a que China solicitó 10 años más (2060) para bajar a cero, pues está trabajando en cero emisiones en coches, fábricas, en el Foro Económico Mundial que tuvo lugar en días pasado en Davos, Suiza, Los Estados Unidos invitaron a China (responsable del 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero) a acelerar también sus planes medioambientales. 

Alinear objetivos con China, no parece fácil, sino se antepone el interés planetario. John Kerry representante de Biden en la cumbre de Davos, señaló que, “Con respecto a China obviamente tenemos serias diferencias en algunos temas muy, muy importantes (…) pero el clima es un problema independiente crítico que tenemos que abordar“,

Si duda que, el hecho de que Estados Unidos recién hayan fijado la meta de eliminar la contaminación producida por el uso de combustibles fósiles en el sector energético para 2035 y de la economía del país en general para 2050, conlleva al impulso en el crecimiento del sector de energías limpias, como la solar y la eólica, para lograr disminuir la dependencia del petróleo y el gas. Por esta razón, otro de los decretos firmados por Biden, señala la prohibición de explorar en busca de petróleo en terrenos federales de Estados Unidos. Señala que para el 2035 los automóviles que circulen por la Unión Americana serán eléctricos.

El reto es mayúsculo, pues ya se ha dejado escuchar voces señalando que estos cambios generarán desempleo en el sector industrial y manufacturero. Sin embargo, el principal objetivo de la estrategia de Biden es detener el calentamiento global y con ello, el impacto de fenómenos meteorológicos como los incendios forestales, intensificados en los últimos años en las costas de California y en muchos otros lugares del Planeta.

El cambio climático es un asunto que nos atañe a todos por igual, en la medida de nuestras responsabilidades. Hoy existen innumerables acciones que podemos incorporar a nuestro modo de vida, para disminuir los impactos negativos sobre el Planeta y una de ellas, sin duda, será, con miras el proceso electoral de este año, analizar las propuestas que los candidatos tiene respecto a los aspectos ambientales.

Ya no basta ofrecer más empleo, mayores salarios, mejores carreteras, más clínicas de salud y todo aquello que en realidad corresponde a las responsabilidades inherentes al cargo. Ahora interesa, además, conocer cuales serán los compromisos al respecto al cambio climático, acciones de impulso a la generación de energías renovables, incorporación de vehículos de transporte público eléctricos, incremento de áreas verdes en las ciudades, manejo responsable en la recolección de residuos solidos urbanos, tratamiento de aguas y un largo etcétera de aspectos que deben ser incorporados, para responder a problemáticas especificas de acuerdo a la escala del la ciudad, el municipios o las entidades federativas.