En un triste suceso, al menos 78 personas perdieron la vida y más de 100 fueron rescatadas después de que una embarcación con migrantes naufragara frente a la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, según informaron los guardacostas. El incidente ocurrió en aguas internacionales, aproximadamente a 87 kilómetros de las costas griegas.
Durante una ardua operación de rescate, que se vio dificultada por los fuertes vientos, se logró rescatar a 104 personas. Cuatro de ellas, en estado grave, fueron trasladadas en helicóptero a un hospital en Kalamata, en el sur del Peloponeso. El número de víctimas mortales podría aumentar, ya que las cifras han pasado de 17 en el primer informe de los guardacostas a 78 en el último recuento.
Imágenes transmitidas por los canales de televisión griegos mostraron a los supervivientes, cubiertos con mantas grises y mascarillas faciales, descendiendo de un yate con la inscripción “Georgetown”, haciendo referencia a la capital de las Islas Caimán. Las autoridades griegas destacaron que en el momento del naufragio ninguno de los ocupantes, cuya nacionalidad no ha sido revelada, llevaba chaleco salvavidas.
Un avión de vigilancia de la agencia europea Frontex detectó la embarcación el martes por la tarde, pero los pasajeros “rechazaron la ayuda”, según un comunicado previo de las autoridades portuarias griegas.
En el operativo de rescate participaron patrullas de la guardia costera, una fragata de la armada griega, un avión y un helicóptero de la fuerza aérea, así como seis barcos que se encontraban en la zona. Todo apunta a que la embarcación partió de Libia con rumbo a Italia, según las autoridades.
En otro incidente ocurrido el mismo día, un velero con aproximadamente 80 migrantes a bordo que se encontraba en dificultades frente a las costas de Creta fue rescatado y remolcado por los guardacostas hasta el puerto de Kaloi Limenes, en el sur de la isla, cerca de Libia, según informó la policía portuaria griega.
Grecia, Italia y España han sido los principales destinos para decenas de miles de personas que buscan llegar a Europa desde África y Oriente Medio. Con una extensa frontera marítima, Grecia es una ruta frecuente para los migrantes procedentes de la vecina Turquía y se enfrenta a un creciente número de intentos de ingresar por rutas cercanas a las islas Cícladas y hacia el Peloponeso para evitar los patrullajes en el mar Egeo, más al norte, donde se han producido numerosos naufragios, a menudo con consecuencias mortales.
Grecia ha sido objeto de acusaciones de rechazar ilegalmente barcos de migrantes en varias ocasiones. Las autoridades continúan trabajando para abordar los desafíos humanitarios
