Sustentabilidad urbana: Ni combis, ni estacionamientos. #Columna “El Derecho a la Ciudad”

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EL DERECHO A LA CIUDAD

Sustentabilidad urbana: Ni combis, ni estacionamientos.

Por, Salvador García Espinosa.- Cuando se habla de sustentabilidad urbana, se refiere a lograr que el funcionamiento de la ciudad no atente, como la ha hecho hasta el momento, contra el equilibrio ambiental. Es por esto, que cualquier avance que se pretenda impulsar hacia un esquema de hacer más sustentables nuestras ciudades, implica disminuir los recursos que demandamos o los desechos que generamos.

Es en este contexto, que las protestas que se presentaron la semana pasada, por parte de concesionarios y operadores de unidades de transporte público, en el Congreso del Estado de Michoacán, al respecto de pretender impedir una iniciativa que modifica el esquema actual de concesiones, adquiere relevancia; pues prácticamente cualquier planteamiento sobre la sustentabilidad en una ciudad, pasa por el transporte público y los esquemas de movilidad tan insustentables que se tienen, ante la gran dependencia al automóvil.

Transporte público.

El esquema de concesiones hasta ahora utilizado para el funcionamiento del transporte público en Michoacán, tiene su origen en una lógica clientelar y ha sido muy útil en tiempos electorales. Pero que, en la actualidad más allá de los intereses políticos, han generado altos costos para la ciudad que se pueden resumirse en tres aspectos generales: variabilidad en la frecuencia con la que pasa el transporte, de forma tal que se concentra en horas pico, para “pelearse” el pasaje, pero el resto del tiempo, puede Usted esperar casi una hora para que llegue una combi. Esto propicia que se requiera una gran cantidad de vehículos de transporte público, lo que satura vialidades.

Uno de los aspectos más relevantes de la problemática, es sin duda, lo ineficiente de las rutas, que obliga al usuario a utilizar dos o más rutas para llegar a su destino, con el consecuente incremento en el tiempo y en el costo que las familias tienen que destinar al transporte, en Morelia se estima que lo destinado al transporte representa en promedio 17% del gasto familiar y considerando el funcionamiento de la ciudad, se tiene que hay calles por las que circulan decenas de distintas rutas de transporte, mientras que hay colonias sin que se preste el servicio. Todo porque las rutas se han definido con base en criterios territorialidad de grupos políticos y no de las necesidades de los usuarios.

Todo lo anterior, implica un gasto ineficiente de vehículos y combustible, además de la saturación de vialidades, que en su conjunto se traducen en mayor contaminación en la ciudad superficie y pérdida del tiempo de traslados. Para dar una idea de lo que representa esto, el Instituto Mexicano de la Competitividad, estima que para el caso de Morelia representa 60 horas en promedio al año por individuo. 

El automóvil.

El avanzar hacia la sustentabilidad de una ciudad, implica necesariamente disminuir significativamente el uso del automóvil. Por esta razón, la tendencia mundial, es a disminuir la superficie que se destina al estacionamiento de los automóviles, incluso en algunas ciudades la normatividad aplicable a las edificaciones en lugar de establecer el número mínimo de cajones que debe tener un inmueble (como es nuestro caso en México), se establece el máximo de cajones de estacionamiento que se pueden incorporar en el proyecto. Esto con la finalidad de que ya no se ocupen extensas áreas de estacionamiento que representan “islas de calor” desde la perspectiva térmica, así como generar una ciudad más compacta con un uso más eficiente del espacio, pues finalmente las superficies destinadas a estacionamientos encarecen el costo de la construcción. En el caso de las viviendas es un claro ejemplo de esto, pues mientras se busca reducir la superficie de algunas casas a menos de 90 metros cuadrados, resulta inconcebible que el espacio del automóvil sea del orden de 15 o más metros cuadrados.

En algunas ciudades, la cercanía a estaciones de transporte masivo como el metro, liberan a los constructores de la necesidad de incorporar cajones de estacionamiento.  El objetivo de estas medidas, es desincentivar el uso del automóvil y que los usuarios busquen opciones de traslado distintas al automóvil particular.

Reto en movilidad.

En nuestras ciudades, la problemática del trasporte público es políticamente tan compleja, que las autoridades en la mayoría de los casos, han diseñado sus políticas sobre movilidad, pretendiendo pasar del automóvil particular, al uso de la bicicleta. Sin comprender a cabalidad que las deficiencias en el funcionamiento del transporte público incentiva el uso del automóvil y la única forma de romper este circulo vicioso es modificando el esquema de transporte público en aras de contribuir a la sustentabilidad de nuestras ciudades.