La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México ha respondido a las acusaciones de organizaciones de la sociedad civil y especialistas respecto a supuestas fallas en los permisos para la construcción del Tren Maya. En un comunicado emitido, Semarnat aseguró que no hay contradicciones en los permisos otorgados y se mostró dispuesta a corroborar la información presentada por los ecologistas.
La organización CartoCrítica, con el apoyo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (Cemda) y otras entidades, presentó una herramienta cartográfica que ofrece datos y cifras diferentes a la información oficial, especialmente en lo que se refiere a las hectáreas susceptibles de Cambio de Uso de Suelo en Terrenos Forestales (CUSTF). Según el estudio presentado, serían 6,659 hectáreas las que podrían ser afectadas, mientras que la Semarnat ha registrado un total de 3,167.29 hectáreas en las autorizaciones definitivas y provisionales.
Ante esta discrepancia, la Semarnat señaló que para evitar confusiones, es necesario llevar a cabo una revisión detallada de lo que considera la herramienta cartográfica como parte del proyecto del Tren Maya. Además, aclararon que algunas de las hectáreas identificadas en la herramienta cartográfica como parte del proyecto son en realidad “bancos materiales” de propiedad privada.
La dependencia afirmó que, del total de hectáreas identificadas “oficialmente”, todas cuentan con autorización definitiva o provisional, y explicó que si solo se toman en cuenta las hectáreas con autorización definitiva, la cifra sería de 1,727.7.
El Tren Maya, proyecto emblemático del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido objeto de controversia y críticas por parte de grupos ambientalistas y especialistas, quienes expresan preocupaciones sobre su impacto en áreas naturales protegidas y ecosistemas sensibles. La Semarnat se comprometió a abordar las acusaciones y aseguró que realizará una revisión exhaustiva para esclarecer los datos y evitar confusiones en relación con los permisos otorgados para el desarrollo del Tren Maya en el sureste de México.
