
REPORTE ESTRATEGOS
DESAFÍOS DE LA TRANSFORMACIÓN
Por M.M
• El estado mexicano necesita transformarse para transformar el país. La política pública encuentra diques en el camino. Se ocupa efectividad de gestión y ejecución para resolver los problemas nacionales que hoy la ciudadanía y sectores demandan solución. El pasado que fue, no alcanza para dar pase lateral a la responsabilidad presente de gobierno federal. Los agricultores, los transportistas, los productores del maíz, las manifestaciones civiles de inconformidad, la protesta de maestros y trabajadores petroleros, así como los homicidios de alto impacto, demandan certeza para el uso del agua como derecho, la seguridad en las carreteras, el respaldo productivo a maiceros en los mercados, la certeza de justicia laboral y la seguridad a los mexicanos, tengan cargo público o sean solo ciudadano. El país requiere soluciones expeditas y de fondo, poderes públicos con unidad de proyecto y administración pública efectiva.
• La presidenta Claudia Sheimbaum debe de hacer ajustes en el gabinete para tener certeza de desempeño en la agenda de gobierno. La mayor parte de los secretarios no han estado a la altura de los retos. De las secretarías estratégicas, solo seguridad tuvo el cien del poder designativo de la presidenta. El resto fue impuesto o negociado. La complejidad de los problemas internos exige un “estado en acción”. No hay política interior resolutiva, sumando que los gobernadores tienen su propia agenda política, la cual ha expuesto al poder ejecutivo. El tránsito de la cabeza fría de la negociación con Trump, al radicalismo declarativo de las recientes coyunturas nacionales, manifiestan una presidenta a la defensiva, sin escucha y con síntomas de riesgo político.
• El poder fragmentado. No hay unidad en la administración del proyecto político de MORENA. Las batallas por el poder nacional están presentes y definen la dinámica de la agenda pública. Los desafíos de seguridad, corrupción e impunidad exigen resolverse y sancionarse sin miramiento político. La agenda de casos exhibidos es escandalosa, hiriendo la dignidad del país. Así, la justicia no puede meterse a la congeladora de la omisión o al silencio del destiempo. El estado centralizador, no cuenta con instrumentos políticos, ni administrativos de alineación política de un proyecto de futuro para México.
• La salida del Fiscal de la República Gertz Manero, anticipada a sus tres años de cumplimiento fue tan polémica como su desempeño. La agenda de la conveniencia generó conflictos dentro y fuera de MORENA. La discrecionalidad de la justicia tuvo alto costo, la coincidencia con las acusaciones recientes del empresario Rocha Cantú, por delincuencia organizada, tráfico de armas y huachicol, además de ser copropietario del certamen Miss Universo, marcó molestia de intereses. Ciertamente, las decisiones pendulares del Fiscal impactaron en filtraciones contra adversarios políticos de todos colores, así como pasivos para la política de seguridad de la Presidenta, sumando la ineficiencia de coordinación con las fiscalías de los estados, donde la impunidad hizo de las suyas. La designación del nuevo Fiscal marcará la inclinación de la balanza. Habrá que esperar resultados de oportunidad o riesgo.
• La Presidenta de la República enfrenta el desafío de las decisiones políticas. La agenda del conflicto impone sus propios tiempos, exigiendo valentía de acción, pero también instrumentos resolutivos de gestión. La presidenta tiene la conveniencia de los poderes públicos, pero se carece de operación política. Las presiones de Washington y Palenque demandan estrategia de proyecto nacional. Asimismo, es prioritario solucionar con talento político, los pendientes del crecimiento económico para gestionar con certeza la solución a la economía interna y bilateral con EU. Sin finanzas públicas sanas la Transformación no tiene insumos de porvenir. El malestar nacional crece en tendencia: 53.3% opina que el gobierno va por mal camino y el 43.3% registra un buen camino (México elige, noviembre 2025). El reto nacional de la Presidenta es político. Los tiempos venideros serán decisivos para el presente y futuro. “México tiene que despertar”.




