Propuestas para la reforma electoral
Yurisha Andrade Morales*
La iniciativa de reforma electoral presentada por el presidente de la república plantea modificar aspectos fundamentales del sistema nacional de elecciones suscitando una intensa deliberación pública y el rechazo de los partidos de oposición que, por su parte, enunciaron diversas modificaciones estructurales a las reglas del juego político. A reserva de conocer la motivación precisa de todas ellas, vale formular algunas reflexiones sobre algunos temas:
Primera. Tanto la iniciativa presidencial como las propuestas de la oposición implicarían reformas constitucionales que requieren mayoría calificada para prosperar. Ninguna de ellas podría plasmarse en la ley secundaria sin reformar o adicionar previamente bases constitucionales. Entonces, la viabilidad de la reforma depende de la posibilidad de acercar las posturas, de regresar al método de la negociación política y a la construcción de acuerdos parlamentarios con una visión incluyente.
Segunda. Los temas colocados en la mesa, tanto por el gobierno como por la oposición, transformarían en un vuelco de ciento ochenta grados a nuestro sistema electoral. Así, la conversión de INE a INEC podría concentrar toda la logística electoral federal y de las entidades federativas en un solo organismo, centralizando los comicios y la conflictualidad que implican. Habría que realizar diversos análisis para saber cuál sería el monto real del ahorro considerando que el INEC tendría que crecer para absorber las elecciones locales en su totalidad y medir los impactos de los ajustes que se generarían en cadena, así como los efectos en el pacto federal plasmado en nuestra carta magna.
Tercera. Las reformas posibles deben orientarse a fortalecer a nuestra democracia, los derechos políticos de la ciudadanía y la calidad de la representación. Así que, la conversión de un sistema mixto con preponderante mayoritario que desaparecería diputaciones de mayoría y buscaría instaurar uno de representación proporcional pura, debe cuidarse en su redacción legal para evitar generar sobrerrepresentación del partido mayoritario y la desaparición de partidos con menos votación y partidos locales. Listas por entidad federativa, como lo propone el presidente, es un tema que precisa de aclarar si se trata de listas abiertas o cerradas y si los electores podrían, en su caso, modificar el orden de las candidaturas propuestas por los partidos, además de saber cómo se incluirían las candidaturas independientes.
Cuarta. El funcionamiento y resultado de los organismos electorales administrativos se debe, en buena medida, a su servicio civil de carrera que significa una garantía de eficiencia operativa y técnica. Desaparecerlos para regresar al modelo temporal que prevalecía hace tres décadas podría echar por la borda la experiencia acumulada del personal existente. Para economizar sería pertinente incluir mecanismos tecnológicos que agilicen diversas tareas electorales, es el caso del voto electrónico que con las pruebas piloto y la implementación adecuada podría llevar a un estadio superior y a costos menores, la organización de nuestras elecciones.
Quinta. Los partidos de oposición plantean, de nuevo, la incorporación de la segunda vuelta para la elección presidencial, lo cual, como ocurre en diversos países, señaladamente Francia, podría incrementar la legitimidad de quien resulte ganador en la contienda, pero también debe revisarse el incremento de los costos, misma circunstancia por lo que hace a la propuesta de elecciones primarias organizadas por el INE que presentaron para elegir a los candidatos presidenciales de cada partido, como ocurre en países como República Dominicana.
Sexta. Regular el transfuguismo en las cámaras y congresos locales, así como los efectos de la intervención del crimen organizado en los procesos electorales y los límites a la participación de los servidores públicos en las elecciones, son temas también relevantes que requieren de acuerdos en lo fundamental entre los actores políticos para corregir diversas problemáticas que se viven en el desahogo de las contiendas electorales.
Las reformas deben constituir un mecanismo privilegiado para actualizar periódicamente las normas e instituciones políticas que hacen posibles nuestras elecciones, por eso es una tarea de todos, de la sociedad en su conjunto, no solo de los actores políticos y del gobierno. Será la vía del diálogo y del consenso la que permita arribar a los mejores resultados con una visión incluyente.
*Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade