Morelia, Michoacán, a 20 de junio de 2020.
Tras la invitación de la alcaldía Miguel Hidalgo de la capital del país, al Gobierno de Morelia como única ciudad que se sumará a la conmemoración de los 500 años de la noche victoriosa (conocida anteriormente como La Noche Triste), el Presidente Municipal Raúl Morón Orozco plantó un ahuehuete en la Plaza de la Paz.
Previo a la plantación, en el evento organizado por la Secretaría de Cultura de Morelia, se efectuó la ceremonia Purhépecha de petición y ofrenda a la Madre Tierra por la Asociación de Cultura Comunitaria Purhépecha.
“A cinco siglos de cumplirse la expulsión de los españoles de Tenochtitlán, estamos aquí para hermanarnos de manera simbólica, mexicas, acoluas y tecpanecas, con purhépechas, ñañus, matlazincas y nahuatlatos, y qué mejor forma de hacerlo que plantando un retoño del ahuehuete en el que a sus pies lloró su derrota Hernán Cortés. Antes árbol de la noche triste, ahora, árbol de la noche de la victoria”, comentó Vladimir Silva, integrante de Asociación de Cultura Comunitaria Purhépecha.
Por su parte Raúl Morón Orozco, comentó, lo sucedido hace 500 años tiene importancia como un acto de valentía y dignidad de parte de los antepasados indígenas, en ese sentido agradeció la invitación que realizó la Alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, para que Morelia fuera invitada especial para conmemorar los 500 años de la Noche de la Victoria, “un acto que consideramos de reivindicación nacional”.
Desde La Plaza de la Paz, explicó el edil, se realizaba la entrega a la tierra de un ahuehuete como acto en el que la historia de confrontación entre Aztecas y P’urhépecha se transforma en reconciliación en el presente, transformación que se armoniza con la visión incluyente, honesta y cercana a la gente del Gobierno de Morelia, de la mano con la ciudadanía.
Cardiela Amézcua Luna, encargada de la política cultural en el Municipio señaló, “el significado de recibir este árbol aquí en Morelia tiene una profundidad porque sabemos que entre mexicas, nahuas y purhépechas, siempre había una rivalidad histórica, y nunca pudieron conquistarse por las armas. Sembrar un árbol que tiene significado de vida y abundancia, tiene todos los posibles significados para estos nuevos comienzos que propicien un cambio de paradigma y dejar a un lado las rivalidades y la falta de comunicación entre seres humanos”.