Por Hari Reynoso:
En el aniversario de su lanzamiento, es imposible pasar por alto la película “Midsommar” del aclamado director Ari Aster. Después de su exitoso debut con “Hereditary”, Aster nos sumerge una vez más en una experiencia cinematográfica intensa y perturbadora, pero esta vez bajo la deslumbrante luz del día.
“Midsommar” se desarrolla en un remoto pueblo de Suecia, donde un grupo de amigos se une a un festival de verano aparentemente idílico. Sin embargo, lo que comienza como una exploración de una antigua tradición se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista. La película combina elementos de horror psicológico, thriller y drama para ofrecer una experiencia cinematográfica única y angustiante.
Aster demuestra una vez más su maestría en la construcción de atmósferas inquietantes. La cinematografía deslumbrante y saturada de colores, junto con el diseño de producción meticuloso, crea una sensación de belleza y opresión simultáneas. La brillantez del sol de medianoche, que ilumina cada escena, contrasta con los eventos perturbadores que se desarrollan ante nuestros ojos, generando una tensión constante.
Florence Pugh brilla en el papel principal de Dani, una joven que atraviesa una crisis emocional y encuentra en el festival una vía para explorar su dolor y desesperación. Su actuación es cautivadora y trascendental, capturando de manera magistral la complejidad de las emociones humanas más oscuras. El elenco en su totalidad entrega interpretaciones sólidas, sumergiéndonos aún más en la historia retorcida y enigmática.
“Midsommar” desafía las convenciones del género de terror al alejarse de los clichés tradicionales y adentrarse en lo desconocido. La película explora temas profundos como el duelo, la codependencia y la manipulación emocional, enmarcados en el contexto de un culto pagano. A medida que la trama se desarrolla, se desvelan detalles impactantes y grotescos que nos mantienen en vilo, sin poder apartar la mirada de la pantalla.
Es importante mencionar que “Midsommar” no es una película para todo el mundo. Su narrativa lenta y deliberada, combinada con imágenes perturbadoras y gráficas, puede resultar desafiante y perturbadora para algunos espectadores. Sin embargo, aquellos dispuestos a sumergirse en la experiencia encontrarán una obra cinematográfica poderosa y deslumbrante que no se olvida fácilmente.
En su aniversario de lanzamiento, “Midsommar” sigue siendo una película que divide opiniones y genera debates. Ari Aster demuestra una vez más su habilidad para crear una obra maestra del horror moderno, desafiando las expectativas y explorando los aspectos más oscuros de la psique humana. Para aquellos dispuestos a adentrarse en su mundo retorcido, “Midsommar” ofrece un viaje cinematográfico impactante y memorable.