Esta semana festejamos a nuestras madres, donde quiera que estén física o espiritualmente, es un día para hacer un alto nacional y honrar a quien nos dio la vida y agradecer la forma en que nos educaron e inculcaron valores.
Madres que, durante los últimos 3 años, han tenido que soportar la falta permanente de algún integrante de la familia.
Madres que, durante la pandemia, “eligieron”, dejar su trabajo porque tuvieron que volver la casa, para ser el pilar de la familia.
Madres que, no dejan de buscar a sus seres queridos, que recorren el país y que gritan con sonidos ahogados en la indiferencia.
Madres que, reconocen que sus hijos escogieron el camino incorrecto y que saben que algún día sufrirán por ello.
Madres que, tienen que estirar el dinero, porque, aunque se habla de inflación, estanflación, macroeconomía, ellas tienen otros datos y saben que cada día alcanza menos el dinero.
Madres que, tienen la incertidumbre de si volverán sus seres queridos, cada vez que los despiden por la mañana.
Madres que, han vivido la espera impaciente de contar con medicamentos a sus hijos con cáncer o alguna otra enfermedad.
Madres que, ven a sus hijos de 5 a 12 años convertirse en conejillos de indias, al ser ofrecidos para la vacunación del invento cubano que no tiene aceptación por las autoridades de salud mundial.
Madres de reporteros y periodistas que, aunque admiran la valentía de sus hijos, viven con el alma en un hilo, porque saben que ser periodista en México, es un riesgo comparable a vivir en un país en guerra.
Madres que, todos los días se preocupan porque ven la frustración en sus hijos que no encuentran un trabajo estable y digno para llevar dinero a su casa.
A todas esa Madres, que no les importan los pretextos, los culpables, los otros datos, a todas ellas, mi reconocimiento desde esta columna, porque principalmente con sus enseñanzas, correctivos y valores, al día de hoy en este país, puedo decir que somos más los buenos.
A mi madre, que, junto con mi padre, son los responsables de todo lo bueno que puede haber en mí, lo malo… es solo responsabilidad mía.
Madres, para no olvidar:
- Explicaciones pendientes de corrupción de los cercanos al presidente
- Medicinas que caducaron en las bodegas por no ser repartidas.
- Evaluación del manejo de la pandemia, ahora si van a vacunar hasta en los centros comerciales y no lo hicieron así desde el principio (siguen sin vacunas los mayores a 5 años)
- Los ataques a mujeres, periodistas, empresarios, sociedad civil, que tienen como pecado pensar diferente, decirlo y no someterse.
- Los abusos, filtrados en redes, del fiscal Gertz, que como mínimo, opacan la impartición de justicia.
- Un largo etcétera
Insisto, ¡Es tiempo de los ciudadanos!!!, los que tuvimos y tenemos madre.
Abelardo Pérez Estrada
@abeperez
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA