Hace unas semanas se llevó a cabo la lectura del testamento de Andrés García, el reconocido actor que falleció en abril pasado. En dicho testamento, se reveló que sus principales herederos son su esposa, Margarita Portillo, Andrés López Portillo (hijo mayor) y su hermana, quienes recibieron una mayor parte de la herencia. Sin embargo, sorprendentemente, el hijo de Andrés, Leonardo García, fue excluido del documento.
Para agregar más controversia, se descubrió que Andrés García legó únicamente un departamento a su ex esposa y a su hijo mayor. Ante esta situación, Leonardo García ha declarado que él y su familia impugnarán el testamento con la ayuda de su abogado, Roberto Palazuelos, reconocido también como el padre del Diamante Negro. En una entrevista con Ventaneando, Leonardo García reveló que tanto él como Palazuelos ya están trabajando en la impugnación del testamento de su padre.
“Estamos en proceso, creo que es necesario revisar detenidamente el testamento y tengo entendido que así se hará… aún tenemos tiempo para revisar y llevar a cabo todo el proceso de manera correcta”. Por otro lado, el famoso hijo explicó que el departamento que su padre dejó a su madre, Sandra Vale, y a su hermano siempre ha sido propiedad de su familia.
“Ese departamento pertenece a mi mamá, es decir, en realidad no nos dejó ni a mí ni a mi hermano, ya que fue adquirido con el dinero de la familia de mi mamá cuando compraron la casa en la que vivíamos en San Jerónimo. Fue mi abuelo quien compró esa casa, y prácticamente ese lugar se adquirió con los recursos provenientes de la familia de mi mamá, aunque fue puesto a nombre de mi papá, eso fue hace 30 años, y ya era una decisión de ellos”.
Leonardo García mencionó que siempre mantuvo una buena relación con su padre y que está “en paz” con toda la situación. Además, afirmó que cuidó de su famoso padre y lo llevó al hospital en varias ocasiones cuando no recibía atención adecuada por parte de su entonces esposa y su hermana.
“Cuando fue necesario, en las tres ocasiones en las que salió del hospital y nadie más quería hacerse cargo de él, yo dije: ‘no hay problema, ven conmigo’, lo llevé a casa y cuidé de él”.
