La Copa Oro pondrá frente a frente este domingo en Houston a un México sin entrenador en propiedad y con muchas dudas, y a la de Honduras, que espera pescar en río revuelto, aunque antes tendrá que superar las lesiones que le han impedido a Diego Vázquez formar un equipo base.
El NRG Stadium de la ciudad estadounidense es probable que tenga colmadas sus gradas con miles de hinchas mexicanos y hondureños atraídos por el morbo de saber cómo se comportará el Tricolor, ahora sin el argentino Diego Cocca en el banquillo, y qué giro táctico introducirá en la H su compatriota Vázquez, nacionalizado hondureño.
El partido corresponde a la apertura del Grupo B del máximo torneo de selecciones de la Concacaf, en el que también están emparejadas las plantillas de Haití y Qatar.
México llega a su debut una semana después de vencer por 1-0 a Panamá en el partido por el tercer puesto de la Liga de la Concacaf.
El resultado de ese encuentro en Las Vegas, el 18 de junio, apenas sirvió para maquillar la campaña de Cocca, marcada para el fracaso, pues días antes, en el partido de semifinales del torneo, el equipo fue apabullado 0-3 por Estados Unidos.
Cocca, que había llegado al banquillo en febrero pasado, fue destituido el día 19 y en su lugar fue designado provisionalmente el mexicano Jaime Lozano, de 44 años, que dos años atrás condujo al Tri sub-23 a la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio.
a selección de Honduras, que dirige desde mayo de 2022 el exportero argentino Diego Martín Vázquez, es un equipo en construcción.
Aunque el mendocino, de 51 años, no la ha tenido fácil, la Copa Oro se presenta como el laboratorio definitivo para demostrar si puede crear un grupo sólido para afrontar las eliminatorias del próximo Mundial.