Christián Gutiérrez.
Los priístas realizaron su XXIII Asamblea Nacional en la ciudad de México y se interconectaron en línea con los estados de la República, para comunicar sus compromisos y “nuevas” características como marca política.
¿Qué prometieron los priístas? La idea de “arrebatarle” la Presidencia de la República a López Obrador en 2024.
Como partido avanzan hacia nuevos tiempos, pero más allá de un avance necesario, es importante conocer, para entender, cómo decidieron redefinirse como marca política.
El coordinador del grupo parlamentario del PRI en San Lázaro, Rubén Moreira, apenas minutos después de la Asamblea tuiteo lo siguiente: “Por mandato de la #23AsambleaPRI somos un partido de centro izquierda. Somos social demócratas, feministas, ambientalistas, enemigos de la discriminación, progresistas, aliados de las causas populares. Le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”.
En estos cuatro renglones, lo dice todo. Desde mi perspectiva, López Obrador los venció en la comunicación y por extraño que parezca, han decidido profundizar la narrativa del Presidente de México, enriqueciendo el concepto rector de que, “ser nacionalista y populista, es lo mejor en un país como México”. Desde luego, tengo la impresión que no se dan cuenta que enriquecerán la narrativa del Presidente, salvo que logren convencer que son una “tercera vía”.
¿Por qué lo digo? Veamos:
a) Que se digan de centro izquierda no es ninguna novedad; son social demócratas desde hace varios años y así está establecido en sus documentos básicos, sin embargo, está demostrado que esos conceptos no se comprenden.
b) Que se digan ambientalistas, tampoco es nuevo, sin embargo, este reconocimiento les significará un balazo en el pie, sobre todo, por el hecho de asumirse implícitamente nacionalistas; al serlo, dejaron la puerta abierta para aprobar la reforma eléctrica como la plantea López Obrador, lo cual es contrario a una política ambientalista de energías limpias señalado así por especialistas.
c) El que se digan aliados de las causas populares, los retrata populistas, iguales a López Obrador; y entonces aquí decidieron competir en la misma categoría del Presidente de México: el populismo, ese que gusta, pero no cura. Claro está que arrancarán en desventaja contra el populismo presidencial y del Morena.
d) Y lo más increíble, es que decidieron dejar de lado el neoliberalismo; ese que llegó con Miguel de la Madrid en (1982-1988), se consolidó con Calos Salinas de Gortari (1988-1994) y con Ernesto Zedillo (1994-2000). Fox, Calderón y Peña Nieto, también fueron ramas del árbol neoliberal (2000-2018), lo cual cambio con López Obrador que decidió proyectarse y comunicarse como nacionalista con añoranza en las décadas de los 60 y 70 del siglo XX. Por supuesto que AMLO también se comunica populista, al operar como lo hacía el antiguo régimen, a través de programas asistencialistas para generar clientelas electorales.
La pregunta que me hago es, ¿por qué decidieron darle una patada al neoliberalismo como lo expresó el diputado Moreira?
Me queda claro que López Obrador les va ganando. La propaganda del Presidente de México los apabulla y no saben cómo reaccionar; tan es así, que decidieron “redefinirse” lo más parecido al propio López Obrador, por lo menos, así lo entiendo con los cuatro renglones que escribió Rubén Moreira; habrá que ver y analizar qué dicen el resto de los miles, cientos de miles o millones de priístas.
Pero en este marco, se están pegando un segundo balazo al pie; ¿por qué? porque al convertirse en lo más parecido a López Obrador, se meten a competir en la misma categoría liderada por López Obrador; lo peligroso, es que AMLO les lleva demasiada ventaja en el posicionamiento de sus narrativas, reforzadas por encuadres psicológicos y culturales.
Imagine que los priístas acaban de crear un refresco de cola y decidieron venderlo y ponerse a competir en el mismo anaquel (góndola como se le llama en Marketing), en donde López Obrador ya vende Coca Cola. No es imposible ganarle, pero casi lo es.
Es aquí en donde los priístas tendrán que ser en extremo innovadores con sus narrativas y sus encuadres de comunicación. Decidieron competir de tú a tú, pero tendrán entonces que ser más audaces que López Obrador para atrapar el cerebro de los mexicanos.
Hay cosas que no se comprenden, pero bueno. Hace algunos días le ofrecí una conferencia a los priístas de Michoacán en donde les expliqué la comunicación con encuadres. En realidad, no sé si la trabajarán, lo que sí sé, es que nada les funcionará si no respetan el principio básico de toda marca comercial o política.
Este principio, se obtiene de responder ¿qué es una marca?
Quienes han sido mis alumnos en este partido, con facilidad lo sabrán responder.
*El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.