La ilusión del sistema de seguridad pública en México

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Morelia, Mich.- La Ley que creo el Sistema Nacional de Seguridad Pública, data de 1995. Su órgano rector es el Consejo Nacional de Seguridad Pública. Lo mismo sucede para los estados de la república, a través de los Sistemas Estatales de Seguridad Pública y sus Consejos como instancias superiores de coordinación interinstitucional, el cual según la Ley en la materia establecerá los instrumentos y políticas integrales, sistemáticas, continuas y evaluables, tendientes a cumplir los objetivos y fines de la seguridad pública.

El Consejo de Seguridad es pues el punto de encuentro de los actores claves de la seguridad, donde se define la política pública y la agenda de seguridad.

En teoría en el Consejo de Seguridad se deliberan y acuerdan los temas más importantes de seguridad en el país. La organización Causa en Común, hizo un análisis de los informes de los acuerdos derivados del Consejo Nacional de Seguridad Pública y llego a la conclusión de que a la mayoría de los acuerdos no se les da seguimiento, no establecen plazos, ni estándares para su cumplimiento. Según este análisis los acuerdos del Consejo suelen ser muy deficientes y poco claros.

Lo mismo pasa con las entidades federativas, no sólo tampoco dan cumplimiento a los acuerdos, porque ni siquiera llegan a tenerlos. En muy pocos casos instalan el sistema y su consejo con todas las piezas del ajedrez de la seguridad y la justicia.

El sistema de seguridad pública de México es único en el mundo, para algunos analistas, lo que no han logrado muchos países que enfrentan altos índices de violencia y delincuencia, México lo logró, crear un sistema. Dicho de otra manera, tenemos clara las reglas de juego, pero lo que no tenemos son buenos jugadores, operadores del sistema, para que este funcione.

En la gran mayoría de los estados del país, los sistemas estatales de seguridad pública se redujeron a un mecanismo de administración de recursos, operando así en sus mínimas capacidades de gestión del potencial de su largo mandato que pasa por convocar a los tres órdenes de gobierno, a los municipios y a expertos en la materia para abordar los temas más urgentes de la inseguridad.

Esta comprensión cortoplacista del fenómeno de la seguridad se debe en gran medida a que tradicionalmente se ha concebido a la seguridad como un binomio, policías contra ladrones; empero una comprensión integral del fenómeno nos muestra que el delito es un hecho social que afecta nuestra convivencia y que las causas son diversas; sin embargo de alguna manera “los sistemas de seguridad” se han orientado en la penología pero no en la prevención, mucho más aún las capacidades institucionales en la materia no han logrado integrarse en un sistema de seguridad que aborde el fenomedo de la violencia de forma integral y que priorice atender las causas que generan y detonan la violencia.

La opinión en breve/Lorena Cortés