PUNTO DE ENCUENTRO
ES DE ALARMAR
Por: Julio Ibarrola Jr.
He de confesarles que en más de una ocasión, he querido compartir con ustedes en mi columna semanal temas distintos al migratorio; más sin embargo, alguna ocurrencia sale de nuevo que seguimos en lo mismo.
Y es que a poco días de que se publique el libro “Inside Trump´s Assault on Immigration” de los periodistas Michael D. Shear y Julie Hirschfeld Davis, el día de ayer el prestigioso diario estadounidense The New York Times, reveló cierta información recabada a través de diferentes entrevistas hechas a funcionarios de primer nivel de Trump así como parte del contenido del libro en comento.
La nota ha dado la vuelta al mundo a la velocidad de un click y ha sorprendido a propios y extraños por las acciones tan agresivas e inhumanas que pensaba llevar a cabo Trump para frenar la migración indocumentada.
Lo que resalta es que al disuadir a Trump su propio equipo de primer nivel, respecto al cierre total de la frontera en noviembre pasado por las consecuencias tan graves que traería consigo para ambos países; Trump, propuso entonces disparar a las piernas de los migrantes y sobre todo a aquellos que les agredieran lanzándoles piedras.
¡Íjole compadre! Y los güeros que se jactan de ser los defensores de los derechos humanos y la democracia; premisa de la que se agarran para invadir y entrometerse en otros países. Pos ni que fueran delincuentes que huyen con el motín robado o soldados invasores.
Luego –comentan- que en otras ocasiones pensó en reforzar el muro con fosas de agua y llenarlas de víboras o cocodrilos e incluso pensó en su obsesión de cumplir una de las principales banderas de campaña (¡Ay compadre! ¿No será primo de ya sabes quién?) en electrificar las líneas de púas en la parte superior del muro…… ¡ay compadre! Y ahora ¿qué pues?, pos ni que jueran delincuentes, o sea: los quiere fileteados y cociditos. Haber ¿por qué no se pone así de violento con los traficantes de drogas y de armas?, ¡no compadre! Está loco pero no menso que eso si le deja billete y lo otro lo ve como un gasto.
Y finalmente, sus asesores lo convencieron que era mejor llegar a un acuerdo y bueno, muy a su estilo, pero se llegó a un acuerdo bajo prácticamente sus reglas y condiciones hasta la fecha.
Ya en ámbitos locales, algo verdaderamente preocupante y el cual no se ha visualizado a futuro y en el presente se habla demasiado poco y es que sin temor a equivocarme pero Tijuana bien pudiera ser, después de la CDMX, la ciudad más cosmopolita del país por cantidad de nacionalidades representadas ahí a través de los migrantes indocumentados varados.
Todos sabemos que algunas de ellas son muy contrastantes y distintas a la nuestra. Me refiero a los musulmanes que últimamente han llegado a Tijuana huyendo de la persecución o guerra de sus países.
Según la secretaría de gobernación en los primeros siete meses del año se tiene registrados a 185 migrantes musulmanes provenientes de países como Armenia, India, Sir Lanka, Yemen, Turquía, Egipto, Irán y Mongolia entre otros. Y lo mismo, buscan asilo en los E.U.A.
El asunto se complica porque mientras allá les resuelven su petición, acá se les tiene que atender y no sólo eso sino hacer sus rituales religiosos y vivir sus costumbres como por ejemplo, recordemos que las mujeres tienen prohibido quitarse su hiyab, el velo que les cubre cabeza y pecho en presencia de los hombres y ni pueden permanecer al lado de ellos.
Y esto se complica estando en los pocos albergues ya montados para atender a los migrantes indocumentados. A grado tal, que ya van a tener que construirles su propio albergue con ayuda de la Fundación Latinos Musulmanes y el cual estará ubicado en la colonia Hipódromo Caliente.
Pero mientras lo construyen por los fondos que se tienen que recabar y mientras E.U.A. resuelve, terminarán integrándose a esta mezcla multirracial que comienza a crecer en Tijuana y seguirá siendo un problema con ellos por aquellos aspectos radicales de convivencia y trato a la mujer independientemente de la vivencia de su religión, pues tendrán que entender no sólo nuestras costumbres sino conocer y respetar las leyes tanto en ése sentido como la de la manifestación religiosa.
No es para presumir pero sí para atenderse, porque el ganso no va aguantar más el apretón.
Contáctame: julioibarrola@hotmail.com