El cuento del gobierno federal.
Christián Gutiérrez.
Narrar historias, es una manera muy efectiva de comunicar de manera persuasiva, y así lo hace el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Esta técnica, se llama storytelling y se utiliza con mucha frecuencia en neuromarketing. Se usa, porque es como si se le ofreciera un dulce a un niño. Una historia, es muy atractiva para el cerebro humano y lo conecta inmediatamente.
De hecho, la fuerza de este tipo de comunicación está en que activa todos los sentidos del cuerpo y, además, provoca en la persona la capacidad de interiorizar, comprender y crear significado de lo que escucha. Por eso esta técnica es aún más poderosa que la clásica técnica del discurso político, que practica la mayoría de los políticos en este país.
Esta es una de las claves del Presidente Andrés Manuel López Obrador, para conectar con ciertas audiencias: les narra una historia.
¿Recuerdan lo que Steve Jobs le contó al mundo cuando lanzó el reproductor de música Ipod? Narró una historia en donde todos aquellos consumidores del Ipod, tendrían en su bolsillo mil canciones o más. Esto fue lo que encantó. Las personas, recrearon en su cerebro cualquier cantidad de historias en donde serían los personajes principales, que utilizarían este aparato y se provocaban al mismo tiempo cualquier cantidad de emociones.
En comunicación política, hay pocas cosas más efectivas que el storytelling.
López Obrador es un “Flautista de Hamelín” cuando se para en las mañaneras frente a sus audiencias.
Su historia es básica, pero muy efectiva.
En su historia hay villanos (los conservadores y la corrupción), un problema (quieren evitar la transformación y dejar sus privilegios de corrupción), un elemento desencadenante de emociones (una lucha constante), y un héroe (el Presidente que salvará al país). ¿Recuerdan la película de Superman?. Es algo similar.
Por ello es tan poderosa la comunicación del Presidente y por ello, sus rivales políticos no logran desarticular su narrativa: porque la combaten con discursos políticos tradicionales, con técnica tradicional.
La pregunta obligada es, si la narrativa de López Obrador encanta a todos los mexicanos. La respuesta es no, pero mientras no exista una narrativa que sea contrapeso, será suficiente para mantener cautivas a ciertas audiencias.
No sería difícil equilibrar las cosas en el terreno de la comunicación y el neuromarketing. Estoy seguro de que no lo sería.
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene
estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría
en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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