El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, ha acusado a China de permitir el flujo de precursores químicos hacia México, que se utilizan en la fabricación del fentanilo que posteriormente se trafica en territorio estadounidense.
Blinken ha señalado que la falta de cooperación genuina por parte de China en la lucha contra el narcotráfico ha llevado a una creciente preocupación en Washington, y ha advertido que continuarán presionando al gigante asiático para que cambie su postura.
El fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, ha desatado una crisis de salud pública en Estados Unidos, cobrándose la vida de aproximadamente 100.000 personas el año pasado debido a sobredosis.
Según Blinken, muchos de los precursores químicos del fentanilo son legales, pero llegan de forma ilícita a México desde China.
El secretario de Estado ha dejado claro que en todos los contactos con China, han estado instando a tomar medidas para controlar el desvío ilícito de precursores de fentanilo y otros opioides sintéticos.
Sin embargo, la respuesta de China ha sido que este es un problema de consumo de Estados Unidos, restando importancia a su responsabilidad en la situación.
Blinken ha dicho que el gobierno de Joe Biden está trabajando en la construcción de una coalición internacional contra el fentanilo, reconociendo que este problema trasciende las fronteras y afecta a nivel global.