Conoce la historia de los Reyes Magos de Oriente

345
Christmas Jesus birth concept - Adoration of the Magi, Three Wise Men, Three Kings, and the Three biblical Magi with camel silhouettes journeying in sand dunes of desert follow Bethlehem star at night

Solo faltan unas horas para que caiga la noche y eso significa, la llegada en la que los corazones infantiles palpitan aceleradamente y cuando cierran los ojos sueñan con ilusión que los Reyes Magos de Oriente les traigan los regalos ansiados.

Melchor, Gaspar y Baltasar son los encargados de cumplir los sueños de los niños que se portan bien en todo el año.

Pero, ¿sabes cuál es el origen de los Reyes Magos? La única alusión a estos personajes aparece en el Evangelio de San Mateo, en el que se menciona a unos “magos”, de quienes no da nombres, ni dice que fueran reyes y ni mucho menos que fueran tres. En el Evangelio narra que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer.

Al enterarse de esta noticia, Herodes el Grande, que por esa época era el rey de Judea, los mandó llamar para interrogarlos, y les hizo prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también.

Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José. Al postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este solo quería acabar con la vida del niño.

A pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la Biblia, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los “bautizó” con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Esta noche los ahora conocidos como Reyes Magos visitaran y dejaran regalos a los niños de buen corazón y que todo el año se hayan portado bien, en cambio a los niños que se portan mal un pedazo de carbón les dejarán.