El Día Mundial de las Aves Migratorias se festeja dos veces al año, en mayo y octubre, en coincidencia con las dos grandes migraciones de aves en el mundo. La celebración se lleva a cabo el segundo sábado de mayo y el segundo sábado de octubre.
En el 2018, la ONU decidió unir las dos grandes campañas que existían para proteger a las aves migratorias, el Día Internacional de las Aves Migratorias y el Día Mundial de las Aves Migratorias, en una única campaña anual.
El primero de ellos es dirigido por Environment for the Americas (EFTA), y el segundo por el Acuerdo sobre la conservación de las aves acuáticas migratorias de África y Eurasia (AEWA) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS).
A partir del año 2018, se estableció el Día Mundial de las Aves Migratorias, con el objetivo de concientizar sobre la importancia ecológica de estas aves y las amenazas a las que se enfrentan.
Las aves migratorias son fundamentales para mantener el equilibrio en el medio ambiente y prevenir la propagación de plagas que puedan afectar la salud humana. Sin embargo, las actividades humanas diarias, como la caza, la desforestación, la ganadería y la agricultura masiva, han causado un desequilibrio y alteración de los ecosistemas marinos y terrestres en todo el mundo, lo que ha llevado a la muerte y desaparición de la flora y fauna de esos lugares.
Es importante tomar medidas para proteger y preservar estas especies y un medio ambiente sano. El Día Mundial de las Aves Migratorias es una llamada a la acción para la conservación de estas aves y su hábitat, y se celebra el segundo sábado de mayo.
La contaminación con residuos peligrosos ha generado la destrucción de grandes extensiones de terreno, lo que ha provocado la desaparición gradual de las aves migratorias debido a la alteración de su hábitat.
De acuerdo con los últimos registros, se estima que el 90% de las aves mueren por ingerir plásticos que se encuentran en sus intestinos, como resultado de la conducta irresponsable de los seres humanos.
Este problema se suma a otros peligros que enfrentan las aves migratorias, como la contaminación lumínica, que las expone a sustancias químicas tóxicas, y los pesticidas, que las convierten en presas fáciles.