El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ha enfrentado dificultades en su primer año de operaciones, no solo al no alcanzar los niveles de pasajeros presupuestados, sino también debido a problemas en su estructura organizacional. Una auditoría al desempeño realizada por el Órgano Interno de Control (OIC) del puerto aéreo reveló diversas irregularidades que plantean preocupaciones sobre su eficiente administración y la idoneidad de su personal.
Entre las principales irregularidades detectadas, se destaca la falta de normas claras para determinar los servidores públicos obligados a cumplir con el proceso de entrega-recepción, lo que ha llevado a que 16 cargos de alto nivel no estén sujetos a las disposiciones correspondientes, incumpliendo con la rendición de cuentas. Además, se encontraron deficiencias en la contratación de personal y en la revisión de posibles conflictos de interés dentro de la estructura del aeropuerto.
Otro punto de preocupación es el alto nivel de rotación de personal militar en varios puestos, con casos en los que trabajadores permanecen apenas un día en sus posiciones, lo que contrasta con el estándar de los aeropuertos donde el personal técnico suele mantenerse en sus puestos durante periodos más largos debido a la especialización requerida en el área de seguridad y operaciones.
Además, de una muestra de 198 expedientes de trabajadores, se encontró que al menos 27 servidores públicos no cumplen con la descripción y perfil de los puestos que desempeñan, lo que plantea dudas sobre la idoneidad de su personal para realizar sus tareas.
La auditoría realizada por la Secretaría de la Función Pública ha generado llamados a tomar medidas correctivas para abordar estas deficiencias y asegurar la eficiente administración de los recursos humanos, materiales, financieros y de tecnologías de la información en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Expertos del sector aeronáutico y analistas independientes han resaltado la importancia de abordar estas irregularidades y establecer normas claras para evitar futuros problemas en la administración del aeropuerto. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar el éxito y la eficiencia en el funcionamiento de una infraestructura de esta magnitud y relevancia.
