El Derecho a la Ciudad
3 MINUTOS TÉSIS
Salvador García Espinosa
¿A qué velocidad hablamos? ¿Cuántas palabras por minuto pronunciamos durante una conversación? ¿Qué tan despacio se tiene que hablar para garantizar que quien escucha comprenda un tema? Estas y otras preguntas me surgieron cuando fui invitado participar como jurado en un concurso denominado 3 Minutos de Tesis (3MT), consistente en que quienes habían concluido sus estudios de Doctorado y elaborado una investigación de tesis, la expusieran en un tiempo máximo de 3 minutos.
El evento fue organizado por la Universidad Centro Panamericano de Estudios Superiores (UNICEPES) en coordinación con el Consejo Mexicano para Estudios de Posgrado (COMEPO), y sobra decir que desde un principio me generó gran expectativa, tan sólo por el hecho de pensar que los participantes habían elaborado una tesis doctoral en aproximadamente 80.000 palabras, cuya exposición en condiciones normales requeriría de unas 9 horas, ahora enfrentarían por lo menos dos retos al tener que exponerla en un máximo de 3 minutos.
El primer reto sin duda es el tiempo, para muchos de nosotros 3 minutos podrían parecer a priori insuficientes para cualquier explicación. Sin embargo, para contextualizar y dar una idea de lo que implica, hay que considerar que obviamente locutores, narradores de audiolibros y demás profesionales suelen hablar con entre 150 a 160 palabras por minuto. Mientras que lo que se denomina una conversación normal entre amigos, los expertos afirman que, se pronuncian entre 100 y 130 palabras por minuto. Sin embargo, cuando se expone una idea, se realiza una presentación de trabajo, por lo que debe hablarse más lentamente a fin de garantizar que se comprenda en su totalidad la información, y esto da como consecuencia pronunciar de entre 120 y 130 palabras por minuto. En otras palabras, cada participante del concurso utilizaría entre 360 y 390 palabras en total.
El segundo reto consiste en la información a exponer. Resumir la información que se consignó en su tesis en aproximadamente 80,000 palabras requiere sin duda de una gran capacidad de síntesis. la Real Academia Española señala que el idioma español cuenta con más de 93.000 palabras. Se considera que una persona con niveles educativos básicos en su vida cotidiana utiliza diariamente unas 300 palabras. Sin embargo, una persona considerada como culta o informadausa 500 palabras; un escritor, periodista y en este caso una persona que recién obtuvo el grado de doctor utiliza unas 3.000 palabras. Es decir, que los concursantes tendrán que hacer uso del 10% de su vocabulario.
La idea de 3MT se originó en la Universidad de Queensland en Australia. Se tomó la idea cuando el estado de Queensland sufría una grave sequía y, para ahorrar agua, se retó a los residentes a cronometrar sus duchas, por lo que muchas personas tenían un temporizador de tres minutos fijado a la pared de su baño para garantizar reducir su tiempo. En ese contexto, el profesor emérito Alan Lawson, decano de la Escuela de Posgrado, convocó en 2008 a la primera competencia 3MT.
En 2019, el COMEPO introdujo a México el Concurso 3MT, con el fin de fortalecer las habilidades comunicativas de estudiantes de posgrado. Actualmente, 3MT se lleva a cabo en más de 900 universidades de más de 85 países en todo el mundo, con más de 18 instituciones mexicanas oficialmente reconocidas entre las participantes.
Es de celebrar que algunas de las instituciones de educación superior realicen este tipo de eventos académicos, en donde se cultiva la capacidad para comunicar y explicar eficazmente las investigaciones académicas, y así se contribuye no sólo a divulgar el conocimiento científico en beneficio de la sociedad, sino a que los investigadores tomen plena conciencia de la necesidad de hacer evidente las aportaciones de beneficio social, así como la capacidad de solución a problemas que se padecen día a día en las ciudades. Finalmente sería muy interesante un ejercicio similar entre funcionarios gubernamentales para ejercitar su capacidad de comunicar de forma clara y breve con objetividad.