Xóchitl Gálvez, quien aspira a la candidatura presidencial por el Frente Amplio por México, acudió a la Fiscalía General de la República (FGR) el día de ayer para conocer los delitos de los que se le acusa, ya que hasta el momento no ha recibido notificación oficial.
La panista enfrenta acusaciones de presunto enriquecimiento ilícito, después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador la señalara de haber recibido contratos por más de mil 400 millones de pesos a través de sus empresas, High Tech Services y Operación y Mantenimiento a Edificios Inteligentes.
Tras la denuncia presentada por el diputado morenista Alejandro Robles, Xóchitl Gálvez ha solicitado acceso al expediente en su contra para aclarar la situación y ofrecer toda la información requerida sobre sus cuentas y patrimonio.
En declaraciones a los medios de comunicación, la aspirante presidencial aseguró tener las manos limpias y negó tener alguna propiedad cuestionable, haciendo referencia al escándalo relacionado con José Ramón López Beltrán, hijo del presidente.
Gálvez declaró que no ha cometido ningún acto indebido en su vida y expresó su disposición a cooperar con las autoridades en la investigación, enfatizando que nada tiene que temer si no ha cometido ninguna falta.
Asimismo, hizo hincapié en que lleva una vida sencilla, desplazándose en bicicleta y sin escolta, aludiendo al principio “el que nada debe, nada teme”.
Respecto a las acusaciones relacionadas con la Plaza Altezza, la panista afirmó que ella misma negó el permiso para la terminación de la obra cuando era jefa delegacional, y se mostró sorprendida de que los señalamientos surgieran cinco años después de que concluyó su gestión en Miguel Hidalgo.
Finalmente, Xóchitl Gálvez advirtió que no se dejará distraer por las acusaciones y pidió al presidente López Obrador enfocarse en trabajar, calificando su gobierno como “pésimo”.