
Violencia digital contra la mujer
Yurisha Andrade Morales
Desde 1999, el 25 de noviembre de cada año, es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia en contra de la Mujer, conforme con el Acuerdo de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. La legislación electoral reconoce, como violencia política de género “Toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, el acceso al pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo, labor o actividad, el libre desarrollo de la función pública, la toma de decisiones, la libertad de organización, así como el acceso y ejercicio a las prerrogativas, tratándose de precandidaturas, candidaturas, funciones o cargos públicos del mismo tipo.”
En consonancia, La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece que las conductas por las que se materializa la VPGpueden ser simbólicas, verbales, patrimoniales, económicas, físicas, sexuales, psicológicas o digitales y, quizá esta última modalidad, sea una de las más peligrosas por los efectos que produce en la dignidad e integridad de las mujeres que la sufren y por la capacidad de difusión de los medios digitales.
Múltiples casos en el mundo documentan los efectos que se generan en mujeres que sufren violencia digital. Uno de los más frecuentes es la autoinhibición, pues las víctimas optan por cerrar sus redes sociales, lo cual afecta sus canales de comunicación con el entorno y, en el mundo de la política, pueden llegar a restringir el ejercicio de sus derechos. La VPG cometida a través de redes y medios digitales, constituye un problema que afecta gravemente la calidad de las democracias contemporáneas, pues afecta directamente las capacidades de las personas violentadas para participar en el diálogo y en las diversas expresiones del debate que genera la pluralidad.
Como sociedad, debemos asumir el compromiso de aportar en el uso responsable de las redes sociales y, en general, de los medios digitales para lograr erradicar esta modalidad de violencia. El diseño de una estrategia eficaz para combatirla pasa por la asunción plena de la sororidad promovida en acciones de organizaciones de la sociedad civil y, de la actuación objetiva, racional y empática, de las autoridades competentes para conocer y resolver con perspectiva de género los casos que se les presenten. Erradicarla pasa por la concientización de todas y todos sobre los impactos de publicaciones violentas y de aquellas que atentan en contra de la dignidad y exhiben a las mujeres.
También debe potencializarse el uso y la difusión de materiales preparados por diversas instituciones que plantean acciones concretas en contra de la violencia digital. Un ejemplo está en la guía denominada “Enfrentando la Violencia” elaborada entre Meta y el INE, cuyos principales contenidos se diseñaron para las aspirantes y candidatas a un cargo de elección popular queson violentadas en las redes sociales, con mensajes, videos y memes que lasintimidan y buscan menoscabar su dignidad, como personas y como integrantes de una comunidad social, para obstaculizar la postulación y durante el ejercicio del cargo, por lo cual, el documento se orienta a construir ambientes digitales seguros.
Otro ejemplo lo constituye el Manual sobre la Violencia Política en contra de las Mujeres en Razón de Género en la era Digital y Mediática, que detalla los conceptos de esta modalidad de violencia y aporta algunas herramientas para identificarla, prevenirla y erradicarla; además de algunas orientaciones para integrar las denuncias que pudieran requerirse y de indicar como retirar de las plataformas y redes los materiales de la agresión, pero conservando las pruebas para aportarlas en los procedimientos legales.
El 25 de noviembre siempre nos recuerda que la democracia solo será mejor si logramos una convivencia social con un uso racional de los medios digitales, sin contenidos que violenten a las mujeres y busquen anularlas o disminuirlas como personas o como aspirantes a cargos de elección popular. La igualdad sustantiva exige iguales condiciones para la convivencia de todas y todos, respeto a la dignidad y mecanismos eficientes para erradicar las prácticas y expresiones que se aparten del decoro y pongan en riesgo el honor y la integridad de las mujeres.
Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade




