El salto de los delfines suele ser para ejercitarse, buscar comida o sencillamente para jugar, el salto de los delfines cumple con una multiplicidad de funciones naturales para la especie.
Entre las olas, el salto de los delfines ha llamado la atención de biólogos marinos alrededor del mundo. No sólo logran elevarse hasta alturas impresionantes para sus dimensiones, sino que logran hacer piruetas en el aire que ningún otro animal puede imitar.
Los delfines son juguetones, acróbatas naturales y brillantes entre sus pares submarinos, los delfines se impulsan fuera del agua como ningún otro animal logra hacerlo. Entre las especies, se han catalogado casi cuarenta distintas. A pesar de que no son los únicos cetáceos que saltan, es una realidad que ningún otro puede dar vueltas en el aire.
Para lograr sus saltos, los delfines deben de nadar a un ritmo acelerado. Se impulsan a sí mismos hacia arriba, para después hacer una maniobra en forma de espiral entre las olas. Como otros mamíferos, necesitan respirar para sobrevivir.
Saltar les permite llenar sus pulmones de oxígeno, al tiempo que se mantienen hidratados y a una distancia corta del agua salada. Ésta es la razón principal por la que los delfines emergen del mar de esta manera, como se muestra en el video anterior. Sin embargo, ciertamente no es la única explicación al salto de los delfines.
Otra de los argumentos más sólidos que respaldan el salto de los delfines es la visibilidad que pueden ganar desde un punto de vista más elevado. Cuando saltan, pueden ubicar a otros miembros de la manada, al tiempo que localizan a los peces que necesitan para alimentarse.
De la misma manera, impulsarse fuera del agua les permite comunicarse con sus pares. Estos animales son capaces de establecer conexiones de larga distancia con otros ejemplares por medio de silbidos o chirridos. Al elevarse fuera de las olas, el sonido puede viajar a mayores distancias.