Cuatro años después de los Juegos Panamericanos de 2019 y exactamente 100 días antes del inicio de los Juegos Panamericanos de 2023, la mexicana Paola Espinosa dice que su retiro la ayudó a reconocer que es una nación vulnerable pero que tiene más tiempo para ella y su familia.
La saltadora, considerada la más ganadora en el último siglo en América Latina, se bajó del trampolín hace un año y aún sigue experimentando los cambios en su vida y su rutina.
“Estaba acostumbrada a ser fuerte tanto de mi corazón, de mis sentimientos, como de mi cabeza para enfrentarme a las cosas. Descubrí que puedo ser vulnerable, que puedo llorar, que me puedo sentir mal en algunos momentos, que me puedo permitir eso y que no va a pasar absolutamente nada si hoy lloro”, explicó a EFE la doble medallista olímpica.