Ocho personas fallecieron tras ser atropelladas por un vehículo en una parada de autobús cercana a un refugio para migrantes y personas sin hogar en Brownsville, una ciudad estadounidense ubicada en la frontera con México. El trágico suceso tuvo lugar el domingo alrededor de las 08:30 hora local (13:30 GMT). Según las autoridades de Texas, al menos diez personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad.
El presunto responsable de conducir el vehículo Range Rover que atropelló a las víctimas fue identificado por la policía como George Álvarez, un residente de 34 años de Brownsville.
Se presentaron ocho cargos de homicidio involuntario contra el sospechoso, George Álvarez, y se le asignó una fianza de US$3,6 millones.
Se sigue investigando si el incidente fue un accidente o un acto intencional.
Hasta ahora, se ha descubierto que Álvarez tiene un amplio historial delictivo, que incluye robo de vehículos, evasión de arresto, posesión de marihuana, conducir bajo los efectos del alcohol, asalto a un servidor público, entre otros delitos.
El oficial de policía Martin Sandoval, del Departamento de Policía de Brownsville, informó después del suceso que el conductor fue llevado al hospital para recibir tratamiento y someterse a pruebas de drogas y alcohol.
El director del refugio San Pedro Ozanam, Víctor Maldonado, informó a la agencia de noticias Associated Press que la mayoría de las víctimas eran hombres de nacionalidad venezolana.
