La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la salud digital, que engloba el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los procesos de atención sanitaria, presenta nuevas oportunidades para abordar los desafíos del sistema de salud. Durante la pandemia de COVID-19, se aceleró la implementación de herramientas tecnológicas en el campo de la salud, brindando beneficios en diversos rubros médicos.
Una de las herramientas más destacadas es la teleconsulta, que permite a los médicos llegar a lugares de difícil acceso y realizar diagnósticos iniciales. Asimismo, la tele-interconsulta facilita la comunicación entre profesionales de la salud ubicados en distintas ciudades o países, lo que es especialmente útil para la resolución de casos complejos mediante la formación de equipos de trabajo. Estas tecnologías permiten compartir información y conocimiento, ampliando así las posibilidades de diagnóstico y tratamiento.
La salud digital también se apoya en la inteligencia artificial, que utiliza algoritmos matemáticos para evaluar grandes cantidades de datos y proporcionar resultados. En el ámbito de la cardiología, por ejemplo, la inteligencia artificial se utiliza en diversas ramas de esta especialidad médica.
Otro aspecto relevante de la salud digital son los dispositivos wearables, como los anillos o relojes inteligentes, que recopilan datos mientras son utilizados. Estos dispositivos, como el anillo Oura ring que registra el sueño o los relojes que monitorean el ritmo cardíaco, brindan información útil para mejorar el descanso y el cuidado de la salud.
La implementación de estas herramientas tecnológicas ha demostrado su utilidad durante la pandemia, al permitir seguimientos de esquemas de vacunación, consultas médicas por videollamada, adquisición de medicamentos con recetas electrónicas y acceso a información sobre disponibilidad de camas o respiradores en hospitales.
La combinación de la salud digital y la inteligencia artificial ofrece un potencial significativo para mejorar la cobertura y calidad de los servicios de salud. Estos avances tecnológicos continúan transformando la forma en que se brinda atención médica y abren nuevas posibilidades para abordar los desafíos del sistema de salud