Las tecnológicas Apple, Alphabet, Microsoft, Nvidia o Meta son algunas de las compañías más grandes de Estados Unidos. Desde comienzos de año, todas han tirado del carro bursátil, apuntándose una subida 74,2%. Se han superpuesto con gran solvencia a las fuertes subidas de tipos del año pasado, situándose como un activo atractivo para mantener en cartera.
Con el foco puesto en el futuro, estas compañías son “las que más han estado apostando por la innovación”, comenta el responsable del equipo de Investment Managers, Alejandro Vidal. La Inteligencia Artificial (IA) es la nueva moda inversora y las tecnológicas lo saben, por eso se han lanzado a la piscina de la IA. Las tecnológicas avanzan con viento de cola tras un “rally increíblemente fuerte”, destaca Vidal. Pero esto no quiere decir “que vuelvan a crecer otra vez un 50% o más”, matiza Rosa Duce, directora de inversiones. Desde Deutsche Bank consideran que “no se trata de una burbuja tecnológica 2.0″, las bruscas subidas de tipos de interés “les hicieron mucho daño a estas compañías” y en un entorno más previsible de subidas de tipos la volatilidad se reduce.
El atractivo de la inversión en renta fija es cada vez mayor, Vidal apuesta por los “bonos públicos y corporativos de calidad” ya que es la primera vez que tienen rentabilidades interesantes desde la crisis financiera. Por el contrario, la renta variable sigue manteniendo fuertes cambios de tendencia y volatilidad, especialmente las materias primas, con “fuertes retrocesos a corto plazo”. Los valores estadounidenses de crecimiento están legitimados, “debido a sus elevados márgenes, sólidos beneficios y sólidos balances”, pese a ello, Vidal ve una oportunidad en las compañías europeas “dada su infravaloración”. Además, ha explicado que “los mercados emergentes podrían repuntar en la segunda mitad de año”.
Generalmente se ha considerado el dólar estadounidense como un activo refugio. Según Vidal, el mercado “va a premiar a aquellas divisas ligadas a los tipos de interés”, desde la financiera alemana prevén que el euro “se fortalecerá frente al dólar”. La dinámica de crecimiento más favorable en Europa durante el segundo semestre y la mayor vinculación de China a la Eurozona son los factores que argumentan la solidez del euro a futuro. En Deutsche Bank calculan que “podría producirse una mayor fortaleza de la divisa europea hasta alcanzar niveles de 1,12 frente al dólar a mediados de 2024″.