El Día Mundial contra la Falsificación y la Piratería se celebra cada 8 de junio para concienciar sobre las desventajas de comprar y vender bienes y servicios ilegales e informar sobre el consumo responsable.
Asimismo, se pretende promover el respeto a los derechos de propiedad intelectual, referido a las patentes y derechos de autor que incentiven la legalidad y la protección a la creatividad.
Esta efeméride fue creada en el año 1988 por el Grupo Mundial de Lucha contra la Falsificación (CACG), con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población acerca de las desventajas y perjuicios generados por la fabricación y adquisición de productos falsificados, afectando la calidad de los productos con marcas registradas.