Este día fue elegido por la revuelta de esclavos en Santo Domingo (hoy conocido como Haití) en 1791, que no sólo logró la independencia de esa parte de la isla, sino que también la logró. Los inicios de la abolición de la trata transatlántica de esclavos.
De hecho, la trata de esclavos continuó como comercio legal durante más de 400 años, y más de 15 millones de hombres, mujeres y niños fueron vendidos como ganado para los trabajos más agotadores y las condiciones de vida más inhumanas.
Esta realidad llevó a las Naciones Unidas a adoptar un decreto en 1998 para declarar el 23 de agosto como el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición, no sólo para conmemorar a las víctimas, sino también para mostrar la importancia del respeto a los esclavos en el mundo.