Las olas de calor extremo están afectando gravemente a diferentes partes del mundo, causando condiciones peligrosas en ciudades como Phoenix, Estados Unidos. Bajo el intenso sol del verano, el asfalto y el hormigón pueden alcanzar temperaturas superficiales de hasta 82 grados centígrados, lo que puede ocasionar quemaduras graves en tan solo una fracción de segundo.
Phoenix se prepara para enfrentar otra ola de calor esta semana, después de experimentar temperaturas superiores a los 43 grados centígrados durante 30 días consecutivos en julio, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
En Europa, se han registrado récords de altas temperaturas este verano, y se pronostica que las fuertes olas de calor persistirán en gran parte del mundo hasta agosto.
La elevada temperatura de las superficies urbanas es un factor preocupante. El asfalto y el hormigón, expuestos al sol, pueden absorber hasta un 95 por ciento de la energía solar, lo que hace que sus temperaturas se disparen. Esta alta temperatura se transfiere al aire circundante, contribuyendo al fenómeno conocido como “isla de calor urbano”, donde las áreas urbanas experimentan temperaturas mucho más altas que las regiones rurales cercanas.
Los efectos de estas altas temperaturas han sido notorios en Phoenix, donde los médicos han atendido a numerosos pacientes con quemaduras por tocar superficies ardientes. La exposición a estas superficies puede ocasionar quemaduras en la piel, incluso cuando la temperatura del aire medida a una distancia de más de un metro del suelo parece ser menos extrema.
Además, el cambio climático también está afectando otras regiones del mundo. En la isla de Okinawa, Japón, el tifón Khanun dejó un muerto y unos 200 mil hogares sin electricidad. En Pekín, China, las recientes lluvias fueron las más intensas registradas en 140 años. Mientras tanto, la región española de Cataluña declaró emergencia por sequía y restringirá el uso de agua para fines agrícolas e industriales en 24 municipios.
Los efectos de las olas de calor y los récords climáticos están llamando la atención sobre la urgente necesidad de abordar el cambio climático y tomar medidas para mitigar sus impactos devastadores en la salud humana y el medio ambiente.
