La fiebre de Lassa es una fiebre hemorrágica viral causada por el virus de Lassa , un virus de ARN monocatenario negativo .
La enfermedad es endémica en África Occidental y se transmite principalmente a los humanos a través del contacto con alimentos contaminados, artículos domésticos o fluidos corporales de roedores infectados, principalmente ratas Mastomys .
La historia de la fiebre de Lassa se remonta a finales de la década de 1960, cuando el virus se descubrió por primera vez en Nigeria. La enfermedad lleva el nombre de la ciudad de Lassa en Nigeria, donde ocurrió el primer brote conocido del virus. En los años siguientes, se informaron varios brotes de fiebre de Lassa en África occidental, incluidos Nigeria, Sierra Leona, Liberia y otros países.
Los síntomas principales pueden aparecer entre 6 y 21 días después de la exposición al virus, y pueden variar de leves a graves. Los síntomas comunes de la fiebre de Lassa incluyen:
- Fiebre: Este es el síntoma más común y puede durar varios días.
- Dolor de cabeza: esto puede ser severo y puede estar acompañado de hinchazón facial, dolores musculares y dolor en las articulaciones.
- Debilidad: La fatiga y la debilidad son síntomas comunes de la fiebre de Lassa.
- Vómitos y náuseas: estos síntomas pueden ocurrir en las primeras etapas de la enfermedad.
- Dolor de pecho y tos: Algunas personas pueden desarrollar dolor de pecho y tos, especialmente aquellas con casos más graves de fiebre de Lassa.
- Dolor de estómago y diarrea: Algunas personas con fiebre de Lassa pueden presentar dolor abdominal y diarrea.
- Ictericia: esta es una coloración amarillenta de la piel y los ojos que puede ocurrir en casos graves de fiebre de Lassa.
En casos severos, la fiebre de Lassa puede provocar complicaciones graves, como sangrado, presión arterial baja, insuficiencia orgánica e incluso la muerte. Es importante buscar atención médica si experimenta síntomas de la fiebre de Lassa, especialmente si ha viajado recientemente a un área donde la enfermedad es endémica o ha estado en contacto cercano con alguien a quien se le haya diagnosticado el virus.
Para reducir el riesgo de fiebre de Lassa, es importante practicar una buena higiene y evitar el contacto con alimentos contaminados, artículos del hogar y fluidos corporales de roedores infectados. Además, el diagnóstico temprano y la atención médica adecuada son fundamentales para reducir la gravedad de la enfermedad y mejorar los resultados para quienes están infectados con el virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones de salud están trabajando para mejorar la comprensión de la fiebre de Lassa y desarrollar tratamientos efectivos y medidas de prevención. Esto incluye la investigación en curso sobre el virus y sus efectos, así como el desarrollo de vacunas y tratamientos antivirales.
¿Puede un brote local convertirse en pandemia?
Experiencias recientes han demostrado que un brote local puede convertirse en una pandemia global .
En el caso de un brote grande y sostenido, el virus podría propagarse más allá de África occidental y convertirse en una preocupación mundial. Factores como la globalización, el aumento de los viajes y la migración, y la falta de inmunidad generalizada en las poblaciones fuera de África occidental podrían contribuir a la propagación de la fiebre de Lassa en caso de pandemia.
Para prevenir la propagación de esta enfermedad y reducir el riesgo de una pandemia, es importante mantener sistemas de salud pública sólidos e invertir en investigación para comprender mejor el virus y desarrollar tratamientos y medidas de prevención eficaces. Además, aumentar la conciencia sobre la enfermedad, mejorar la higiene y las condiciones de vida y reducir la proximidad de los humanos a los roedores infectados también puede ayudar a prevenir la propagación del virus.
En general, aunque la fiebre de Lassa tiene el potencial de convertirse en una pandemia, se considera un evento de baja probabilidad en este momento y se están realizando esfuerzos continuos para prevenir su propagación y reducir el riesgo de una pandemia.