Morelia, Michoacán.- Durante este 2021, la Secretaría de Salud de Michoacán destinó un presupuesto de 981 mil pesos para la atención de la salud mental de su población; de los cuales, el 80 por ciento se dirigió a los servicios psiquiátricos, que han regido las políticas públicas en la materia con minúsculos resultados.
De acuerdo con la solicitud de información realizada a la secretaría en el ramo, el gobierno estatal no ejerció el presupuesto que por ley le corresponde a la Salud Mental; toda vez que desde el año 2014 la Ley de Salud Mental, aún vigente, exige destinar un mínimo del 3 por ciento del presupuesto total de dicha dependencia estatal a la salud mental, lo cual representaría el ejercicio de 250 millones de pesos anuales.
Por lo anterior, las administraciones estatales silvanistas y la actual morenista han sido omisas en la aplicación de la ley y en su responsabilidad de garantizar servicios de salud mental comunitarios y apegados a los derechos humanos, promoviendo con eso comunidades de violencia, sin atención de la población y generando una descapitalización de los servicios públicos.
El ejercicio de un presupuesto que no llega siquiera a un millón de pesos para la salud mental, tiene efectos directos en la atención que se brinda a la población; que a su vez se refleja en aspectos como la violencia social y de género, los suicidios y las adicciones que se viven en toda la geografía del Estado de Michoacán.
Centralizar nuevamente la salud mental y simular la atención estatal para la comodidad de sus directivos, solo fomenta más la delincuencia social y las brechas de derechos que viven millones de personas.
