La agroindustria tequilera trabaja para producir tequila amigable con el entorno natural

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El tequila es un símbolo de identidad de México y busca consolidarse como un ejemplo y emblema de agroindustria sustentable a nivel mundial, reduciendo la huella de carbono y la huella hídrica en plena emergencia climática. La estrategia que se trabaja en armonía con 16 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para el 2030 se diseñó con el apoyo del Centro Mario Molina, aplicando estándares internacionales.

Desde 2016, se pusieron en marcha proyectos dirigidos a la descarbonización de la industria, el uso eficiente del agua y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles para la obtención de la materia prima, el agave tequilana Weber variedad azul. Además, se impulsan programas para el tratamiento y revalorización de residuos, la Certificación del Tequila como un producto Libre de Deforestación y el crecimiento económico y desarrollo social de las regiones, donde el Paisaje Agavero fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, junto con las antiguas instalaciones industriales de Tequila.

La estrategia contó con la dirección del Premio Nobel de Química, el doctor Mario Molina, y una de las primeras acciones fue la creación de la Marca de Certificación ARA (Agave Responsable Ambiental).

Se trata de la primera certificación que demuestra la trazabilidad de no deforestación en bebidas alcohólicas a nivel mundial, que garantiza que el tequila se elabora sin provocar cambios de uso de suelo en terrenos con vocación forestal. El compromiso de la agroindustria es que para 2027, todo el tequila que se produzca utilice agave que demuestre no haber provocado deforestación. Actualmente, seis empresas tequileras han producido su primer lote de tequila ARA, con una producción de más de 800 mil litros ya certificados como libres de deforestación.

Se desarrollan proyectos para reducir los impactos ambientales de esta agroindustria, como plantas de tratamiento de vinazas, que son el principal residuo orgánico en la obtención de alcohol (Biorreactores), calderas de biomasa, celdas solares, sustitución de combustóleo por gas natural y eficiencia energética, entre otros.

También se invirtieron cinco millones de pesos en la creación de un vivero para la reforestación en lugares que se han visto afectados por incendios forestales como el Bosque de la Primavera, donde se generan más de 50 mil plantas de pino y encino.

Para este 2023 se cuenta con 64 mil 400 plantas en proceso de producción para ser utilizadas en reforestaciones durante el año. Adicionalmente se invirtieron dos millones de pesos para el programa estatal de Reducción de Emisiones por Degradación y Deforestación (REDD+).

El modelo sustentable con el que trabajan es un viaje al futuro, donde la investigación en ciencia y tecnología es un pasajero indispensable. La acción más reciente que lanzó la agroindustria tequilera es el Consorcio de Investigación por la Sustentabilidad del Agave Tequila, cuyo objetivo es coordinar las investigaciones que universidades, centros de investigación y centros de innovación realizan en torno a la bebida nacional por excelencia.

Con ello, se busca generar prácticas e innovaciones tecnológicas que fortalezcan la sustentabilidad de la agroindustria tequilera en aspectos como el tratamiento de vinazas, la no deforestación, la captura de carbono por agave, la reutilización del bagazo y, en general, la aplicación de prácticas agrícolas sustentables.

En 2022, la agroindustria generó 651.4 millones de litros de tequila, con 3.2 millones de jornales en la producción de agave, en beneficio de más de 100 mil familias que dependen de esta cadena productiva.