El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra cada año en mayo y en octubre, coincidiendo con las dos grandes migraciones de aves en el mundo.
Por tanto nos encontramos ante una celebración, el Día Mundial de las Aves Migratorias que se celebra dos veces al año, una el segundo sábado de mayo, y otra el segundo sábado de octubre, coincidiendo con las dos grandes migraciones.
Debido a la estrecha relación existente entre estas dos celebraciones, en el 2018 la ONU decidió celebrarlas de forma conjunta por medio de una única campaña anual.
En 2024, el Día Mundial de las Aves Migratorias se celebrará dos días, el 11 de mayo y el 12 de octubre, en consonancia con la naturaleza cíclica de la migración de las aves en los diferentes hemisferios.
A partir de 2018, la nueva campaña conjunta adopta el nombre único de Día Mundial de las Aves Migratorias.
Cada año, se escoge un tema base para trabajar sobre él. El lema de 2024 es “Protege los insectos, protege las aves”. Se reflexiona acerca de lo preocupante que es la reducción de las poblaciones de insectos y su impacto para las aves migratorias.
Los insectos son fundamentales para las aves migratorias, proporcionándoles energía durante sus viajes y épocas de reproducción.
La pérdida de insectos debido a la agricultura intensiva y el desarrollo urbano amenaza la supervivencia de las aves. Los pesticidas agrícolas también afectan negativamente a los insectos y, por ende, a las aves. Esto puede debilitar su sistema inmunológico y reducir su éxito reproductivo.
Las aves, a su vez, juegan roles importantes en la polinización y el control de plagas.
Las aves migratorias desempeñan un papel de vital importancia en el medio ambiente. Gracias a su existencia en el planeta, se puede lograr un perfecto equilibrio y así evitar la propagación de plagas que afecten la salud de los seres humanos.
Las distintas actividades diarias realizadas por el hombre han causado un desequilibrio y alteración de alto porcentaje de los ecosistemas marinos y terrestres de todo el mundo.
Prácticas constantes como la caza, la desforestación o la ganadería y la agricultura masiva, han destruido una gran parte de ellos, lo cual ha conllevado a la muerte y desaparición de la flora y fauna de esos lugares.
Extensas áreas destruidas por la contaminación con desechos tóxicos ha causado que las aves migratorias vayan desapareciendo de forma paulatina por esta alteración en su entorno.
Según los últimos datos registrados, se sabe que un 90% de las aves mueren por comer plásticos que son encontrados en sus intestinos, como resultado del comportamiento irresponsable de los seres humanos.
Muchas especies de aves en todo el mundo corren el riesgo de extinguirse. Podemos ver con preocupación como un gran número de ellas desaparecen anualmente, lo cual representa un grave peligro para el equilibrio ecológico del planeta Tierra.
En este sentido, resulta esencial el cuidado, protección y preservación de todas estas especies, sí los seres humanos desean continuar disfrutando de la vida tal cual y la conocemos hasta ahora. (diainternacionalde.com)