EL DERECHO A LA CIUDAD
¿INTERESA EL MEDIO AMBIENTE?
Salvador García Espinosa
Podemos asumir que desde hace decenios, la preocupación por el deterioro del medio ambiente, nos a llevado a buscar medidas para minimizar impactos negativos e incluso a buscar consensos entre países como han sido el Informe Brundtlan que en 1983 acuño el término de “desarrollo sostenible”, los Objetivos de Desarrollo del Milenio que impulsó la ONU en el año 2000 y que evolucionaron a partir del 2015 en los actuales Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Claro esta, que hay una diferencia significativa, muchas veces ignorada, entre los compromisos que asumen los países y la realidad en términos del grado de compromiso y actuar de sus habitantes. Es en este marco que, a propósito del día internacional del Medio Ambiente, que adquiere relevancia el estudio realizado por Kantar, denominado Who Cares, Who Does?
Esta consultoría experta global en el comportamiento del consumidor, analizó el comportamiento de consumidores en más de 24 países y dentro de sus hallazgos más relevantes se encuentra el hecho de que, casi la mitad (48%) de todos los consumidores en todo el mundo esperan que los fabricantes lideren el cambio, argumentando que son ellos quienes tienen la mayor responsabilidad de actuar. Una muestra de esto, es que, ante las múltiples y más frecuentes protestas de la sociedad contra el uso de plásticos, la mayoría de las industrias de bienes de consumo masivo, han desarrollado estrategias para minimizar o eliminar el uso, particularmente de los plásticos de un solo uso, como son las bolsas de plástico o los envases de plástico en el punto de venta o en su cadena de suministro.
¿Qué pensamos y hacemos?
Se indica que el 30 % de las familias en todo el mundo son activas o creyentes con respecto a su preocupación del medio ambiente. Sin embargo, como en todos los casos, conforme se desciende en la escala, aparecen las diferencias. Para el caso de México, resulta interesante que, con base, no sólo de las preocupaciones expresadas, sino de las acciones realizadas, se nos pueda clasificar de la siguiente manera:
Bajo el concepto de ECO-DESINTERESADOS, se agrupa a todos aquellos individuos encuestados que no expresaron interés o preocupación por mejorar el Medio Ambiente, mucho menos realizan alguna acción al respecto. Aquí se concentra el 78 % de los mexicanos.
En contraposición como ECO-ACTIVOS, se clasifican aquellas personas que siempre o frecuentemente incorporan acciones en sus actividades cotidianas, tendientes a disminuir el impacto sobre el planeta. Esto solo lo hace el 5 % de los mexicanos encuestados.
Bajo el rubro de ECO-CREYENTES, se ubico al 3 % de los mexicanos, quienes expresaron saber de la relevancia e importancia por cambiar patrones de consumo; más, sin embargo, las actividades que realizan en consecuencia son mínimas.
Finalmente, un 14% de los habitantes del país, se clasificó como ECO-CONSIDERADOS, porque tiene conocimiento de la situación, sin embargo, por economía o practicidad no optan por consumir productos amigables con el medio ambiente.
¿Quién es responsable?
En el caso de México, con respecto a los desechos de plástico, el estudio señala que el 44 % mencionó que los fabricantes de productos deberían de evitar el uso del mismo tanto como sea posible, mientras que el 30 % dijo que los consumidores podrían elegir productos sin plástico, y finalmente el 14 % opinó que el gobierno debería modificar las leyes para lograr mayores avances en este tema.
Debemos comprender que no importa en cual de las categorías señaladas nos ubiquemos, lo cierto es, que nos falta mucho por hacer, que debemos modificar substancialmente nuestros patrones de consumo, ninguna acción, por mínima que sea es insignificante. Es una tarea de todos y en la medida de nuestras posibilidades, debemos contribuir a mejorar las condiciones ambientales en las que vivimos.