En México somos testigos del fracaso del Gobierno Federal en materia de seguridad, en donde queda claro que no hay ni ha habido una estrategia real y efectiva, subrayó el diputado Antonio Soto Sánchez, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El legislador refirió que la manera en que la delincuencia organizada opera libremente en el país, ejemplificada con el asesinato del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval evidencia la ausencia de una estrategia de seguridad que dé resultados.
“Pese a que el Gobierno de la República contó con el respaldo de las fuerzas políticas para aprobar la creación de la Guardia Nacional, somos testigos de los nulos resultados de la medida, en donde los números duros nos arrojan una situación de franco deterioro nacional a gran escala”.
Refirió que los homicidios en el país alcanzan en este 2020 una cifra récord, no obstante que gran parte del año se dio la medida de confinamiento debido a la crisis sanitaria, y recordó que de enero a julio hubo 20.4 mil homicidios frente a los 20.1 mil registrados en 2019, afectando esta situación de manera alarmante a una tercera parte de las entidades federativas del país.
Apuntó que la obcecación del Ejecutivo Federal por concentrar el poder, ha impactado de manera negativa la coordinación con estados y municipios en materia de combate a la delincuencia, lo que ha desarticulado los esfuerzos y generado una situación caótica ante la falta de claridad del accionar del Gobierno Federal.
“Lo más grave es que no se advierte intencionalidad alguna de dar un viraje en el timón, y la perspectiva es que el actuar del Gobierno Federal a futuro seguirá por la misma ruta que ha venido siguiendo hasta el momento situación que, sin duda nos colocará en el país en una situación de mayor complejidad”.
Soto Sánchez consideró que ante la ausencia de una autoridad federal seriamente comprometida con el combate a la delincuencia, con abatir los índices de inseguridad en el país, una vez más tocará a los Estados asumir su propias estrategias, con una coordinación común, para continuar haciendo frente a la problemática como hasta ahora.